Tema 2. Marginalidad urbana
Sesión 10. Un lugar en la ciudad. Periferias y autoconstrucción.
El origen y organización de los llamados "asentamientos informales" tiene una larga tradición en el campo de los estudios urbanos en Latinoamérica. Sin embargo no ha sido un tema destacado en la producción antropológica salvo excepciones destacadas como la de José Matos Mar. Su visión endógena de las periferias limeñas muestra una práctica de investigación cualitativa diferente al "realismo etnográfico" impulsado por Lewis en el estudio de la urbanización en México. Quizás un punto de innovación a destacar es la importancia que da Matos Mar a la materialidad de la vivienda, un campo generalmente monopolizado por los especialistas en hábitat. Desde inicios del siglo XXI estos especialistas abogan por reconcoer a la autoconstrucción como una puesta en práctica de "saberes" y "conocimientos" capaces de producir urbanización sin recurrir a los expertos. En tal virtud vaticinan que a futuro (100 años), las favelas, como materailización de estos saberes probablemente serán considerados "patrimonio mundial", lo cual no deja de ser paradójico al mirar como son desprestigiados desde la súltimas décadas del siglo XX.
Ahora si me va a salir la experiencia como constructor. En la entrada anterior comenté un poco de mi experiencia en el campo.
ResponderEliminarLa palabra ‘paradoja’ ha aparecido de forma frecuente a lo largo del curso. Parecería que es ineludible cuando hablamos sobre la ciudad. Matos Mar describe un proceso que se sigue repitiendo y que algunos conocemos como “vivienda progresiva”. En Santo Domingo la gente empezaba con casas de plásticos con el plan de llegar a la casa de “bloque cruzado” con techo de zinc. Ese era el ideal, el “modelo de desarrollo” que decían mis compañeras sociólogas, para las personas con las que trabajamos en barrios que originalmente eran de invasión, la gente migraba hacia Santo Domingo por la posibilidad de comprar terreno a buen precio.
Ahora, lo que le construimos eran viviendas de caña guadua de emergencia, parecidas a las de Hogar de Cristo, un paso adelante de las casa de plástico a la de bloque cruzado. Nuestro proyecto era tener un diseño de casa en caña, que dure entre 25 y 30 años, técnicamente construida y que cueste poco más que la vivienda tipo Hogar de Cristo. No lo llegamos a concretar, pero en el proceso si construimos un par de casas comunales y centros de acopio para campesinos con esa lógica. El problema es que el modelo de desarrollo del que hablé antes esta tan impregnado en la gente que la caña seguía siendo “material de pobres”.
En la autoconstrucción la gente da respuestas de un ingenio que ya quisieran algunos ingenieros y sin duda eso tiene un valor. Desde sistemas para recolectar agua lluvia a hasta poner baldosas para baño en las paredes exteriores de las casas para no tener que pintar cada año. La paradoja está en que, pese a ello, las viviendas tienen enormes deficiencias estructurales y pasa lo que en el terremoto del 2016.
Mi pregunta es hacia la postura de los especialistas del hábitat, le hemos dado tanto valor a la noción de patrimonio que ¿vale la pena preservar construcciones que pueden ser riesgosas para la vida de muchas personas en función de conservar el “conocimiento” y los “saberes” de la autoconstrucción? ¿qué tienen por detrás el discurso del patrimonio en relación a la construcción “popular” y a lo “popular” en general?
Realmente no sé qué tanta importancia se le ha dado a la noción de patrimonio, sin embargo creo que de ninguna manera debería primar el patrimonio sobre la vida misma. Sí creo que la autoconstrucción y la “vivienda progresiva” tienen un “conocimiento” importante no sólo para los teóricos de la urbanización y del habitad sino para la humanidad como tal, entonces tu pregunta me lleva a preguntarme: ¿Cómo hacer para que se conserve ese “conocimiento” sin que eso implique que se esté poniendo en riesgo la vida? ¿Se podrían conservar las dos cosas? ¿De qué forma? Porque definitivamente sí hay un saber, una astucia en las construcciones que se hacen fuera de los cañones tradicionales de la urbanidad, pero ¿cómo atesorar ese saber sin poner en riesgo la vida?
EliminarIntentando responder la segunda pregunta, creería que ese “discurso del patrimonio” sí funciona para el Estado como una fachada que le permite desentenderse del problema social que representan las construcciones “populares” con déficit estructural; exaltar el ingenio que se halla en la vivienda popular como patrimonio humano en pro de no generar políticas públicas dirigidas al problema de vivienda que se vive en Latinoamérica. Es como si este tipo de viviendas fueran un museo sin importar las condiciones en las que viven los que las habitan, una mirada “morbosa” que finge un intelectualismo patrimonial.
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EliminarPienso que sí, en efecto es necesario CONSERVAR los saberes y el conocimiento de la auto construcción. Pongo conservar con mayúscula ya que como actividad comprende un compromiso por preservar las edificaciones, y preservarlas seguras incluyendo todos los procesos profesionales que significan, para que puedan ser habitadas. Lo que sí debe comprenderse es que esa preservación no debe ser obligación exclusiva de los dueños de las propiedades. Si son tan importantes para nuestra memoria, para nuestros relatos como ciudad, el compromiso de conservar su existencia debe pasar por la ciudadanía. Los costos de mantenimiento y reparación de este tipo de viviendas son extremadamente altos y la mayoría de dueños prefiere que se quemen para poder construir nuevos edificios en esos terrenos. Es necesario un cambio en la legislatura.
EliminarPor otro lado, es necesario revisar de nuevo estas construcciones. Valorizar lo que se hizo bien. En el caso de las casas de adobe, la tecnología ha sido mejorada definitivamente, además es el bajo precio para la construcción y posee maravillosas cualidades térmicas. ¿Por qué no son usados estos saberes para generar sistemas constructivos accesibles y eficientes, reproducidos en masa a la mano de todos? ¿Por qué lo popular no puede ser sinónimo de bien hecho, ecológico, duradero y saludable? Creo que la gran enseñanza de la autoconstrucción es que se debe romper el paradigma de que una buena vivienda se hace con hormigón armado, que es cara y que es inaccesible.
Los saberes y conocimientos adquiridos a través del tiempo, de la sabiduría de los abuelos, son tan importantes como la memoria. Matos Mar corrobora en la recolección de estas bibliografías. Todo discurso acerca de patrimonio trae consigo fundamentos propios del objeto, sujeto, pensamiento y valoración que de alguna manera son trascendentes en su contexto.
EliminarLas barriadas de Lima son mosaicos. Sin embargo, parece que predomina la población migrante proveniente de la sierra, con una instrucción elemental, mayoritariamente ocupada económicamente, apoyada en la familia (sea nuclear o ampliada), con marcado sentido comunitario, basada en el “esfuerzo propio”.
ResponderEliminarLa organización comunitaria juega un lugar central en la ocupación de tierra, el reclamo de reconocimiento legal, la edificación de casas, la defensa ante el peligro de desalojo. Lo único que la población de las barriadas busca del Estado es reconocimiento de los títulos de propiedad. La acción de la barriada es de dos tipos: esfuerzo propio (faenas) y gestión para conseguir apoyo externo (gestiones en entidades estatales).
La principal motivación para migrar a Lima es de orden económica (buscar trabajo y vivienda). Es decir, preocupaciones de orden estructural.
El estudio ofrece también 18 biografía, en las cuales se reitera el caso de personas que proviene de familias bajo conflicto y que buscan estabilizarse en la ciudad. Sin embargo, en la ciudad se repite la inseguridad familiar y se acentúa la precariedad económica.
El caso de Cosme, Faustina y Ramón muestra la relevancia que llegan a adquirir las casas de adobe, ya que constituyen un esfuerzo por consolidar la presencia en el lugar. Se nota asimismo el desarraigo, la ocupación en distintas actividades, la esperanza de encontrar en Lima mejora para la situación económica. Asimismo, en los casos de Anselmo, José y Pedro se puede notar la descripción de la inestabilidad social y la llegada a Lima como una búsqueda de cambiar tal situación.
Cada uno de los casos revisados ofrece descripciones variadas de las trayectorias de vida de los pobladores de las barriadas. En todo caso, mis interrogantes son de carácter más general. La primera edición de esta obra es de los años sesenta. ¿De qué maneras pueden haber cambiado las barriadas de aquel momento? ¿La cuestión de la vivienda sigue siendo tratada de la misma manera que hace medio siglo? ¿Qué tanto pueden haber cambiado las características de las barriadas descritas al inicio del texto?
En respuesta a las preguntas planteadas, digamos que el caso de la vivienda en estos sectores varia en cada país (favela, invasión, asentamiento) . Pero a su vez se conservan unos rasgos físicos y sociales generales como es el patrón de establecimiento urbano con rasgos físicos, sociales y económicos estructurados de manera singular. Estos serian que su constitución se realiza por invasión “ espontanea” o concertada de espacios vacíos existentes en la periferia del casco urbano, generalmente de propiedad pública y en menor escala privada; que en ella participan grupos de familias de bajos ingresos económicos, en su mayoría procedentes de áreas rurales con una cultura “tradicional”; que tienden a organizarse a fin de actuar solidariamente para el logro de un lote y la obtención de servicios básicos y facilidades comunales. “La acentuada tendencia a construir con materiales de calidad: ladrillo, cemento y adobe se explica no solo por el deseo de disponer de una
Eliminarvivienda sólida sino también porque contribuyen a asegurar el “ derecho de posesión” sobre el lote ocupado”.. El derecho a la posesión es clave ya que el hecho de reconocerse como propietario modifica la relación con el espacio, ahora bien esto parece que no ha tenido cambios históricos sustanciales ya que los gobiernos encargados de tratar estos temas no han dado una salida integral de política publica en vivienda que soluciones la problemática de los sin vivienda.
Quiero responder refiriéndome a las condiciones en las cuales construyen sus viviendas muchas familias, ya sean nucleares, agregadas o diversas en Colombia, específicamente en Florencia, Caquetá en invasiones. Dentro de lo que describe el autor, incluso los motivos por los cuales migran a la ciudad siguen siendo muy cercanos, sin embargo el principal es el conflicto armado que llegó sobre todo a zonas rurales por lo cual estas familias tenían que buscar refugio y salir de sus terrenos. Cuando llegan, inician montando un “cambuche” de plástico negro, o lona verde; muchas montañas y terrenos baldíos se pintan de esos colores. El montaje es de una experticia técnica al momento de armar sus improvisadas casas. Sin embargo a lo que me interesa llegar, más allá de como construyen en principio un lugar donde resguardarse de la intemperie es decir que desde que tengo memoria espacial y he podido recorrer el territorio Caqueteño las maneras de habitar zonas baldías por desplazados sigue siendo la misma, con las mismas características, los mismos motivos y sumando luchas perdidas por títulos de propiedad y unas pocas ganadas.
EliminarY aunque Matos Mar nos dice que tienen sus formas propias para organizarse pues constituye una gran fuerza para las comunidades por el inminente desalojo que está presente en las barriadas, y además, los integrantes de las barriadas no esperan nada del Estado más que un título de propiedad que pueda garantizar que las piedras puestas para su casa no se las van a tumbar o a quitar. Estas características dentro de las invasiones en el Caquetá también están presente, pero es importante aclarar que así como se confunde el termino marginalidad con periferia, dentro de estas familias que llegan a habitar la periferia, también llegan personas que se adueñan del territorio y empiezan a venderlo, no necesariamente por motivos ecónomicos, sociales o de educación; son políticos, gente con dinero y de la misma manera, muchos años después deben llevar la misma “lucha” por los títulos de propiedad.
Matos Mar nos habla de las características generales de las barriadas en Lima apoyándose en el censo de 1956. Su trabajo aclara que vivir en la periferia no es lo mismo a vivir en condición de marginalidad, demostrando que el 71% de los habitantes de la barriada tienen trabajo estable, están integrados en la economía de la ciudad. La amenaza constante a ser desalojados hace que en la barriada existan unos mecanismos de interacción social que no se ven en la ciudad, como por ejemplo el compadrazgo, el gobierno local o el parentesco; en la ciudad el mayor y casi que único mecanismo de interacción es la familia. El mayor motivo de migración de la provincia a la barriada es la búsqueda de mejorar las condiciones económicas, o sea la búsqueda de oportunidades laborales y el mayor motivo de la migración de la ciudad a la barriada es la búsqueda de vivienda propia. Dentro de este contexto Matos Mar nos cuenta que las barriadas tienen dos características esenciales: la primera es el esfuerzo propio, porque realmente los habitantes no están esperando que el Estado les regale algo, inclusive se declaran autosuficientes respecto a la solvencia de los servicios básicos y la segunda característica es la organización en asociaciones como principales organismos de gobierno local, los cuales tienen la obligación de buscar apoyo externo y dar respuesta a las necesidades internas. Me llama la atención que la dinámica social de la barriada tiene como principal motivación el lograr tener los títulos de propiedad legal de los territorios que habitan ¿Qué representa para los habitantes de la barriada la posesión de este título? ¿Cuál es la importancia de tener este papel? ¿Cuál es el valor simbólico y cómo ese valor se materializaría en la vida cotidiana? ¿Qué cambiaría?
ResponderEliminarEn respuesta a la pregunta planteada, el texto nos indica que la legalidad de la posesión en papel, genera una estabilidad en los habitantes de estas urbanizaciones de la espontaneidad, ya que en la misma narrativa lo confirman, su ilegalidad en las tierras. El relato de Anselmo es un buen ejemplo de las acciones que se toman cunado se realiza una toma de tierras y todas las cautelas iniciales que se proceden afectara hasta tener una "posesión física" sobre el territorio pasando de construcciones efímeras a construcciones más sólidas, para posteriormente implantarse en el territorio con la integración de un plan de trama, movilidad interna, equipamientos, áreas verdes, espacios públicos y, una vez que esta nuevas estructuras crean más pertenencia en sus habitantes, la organización crece y se manifiesta por medio de la gestión de los servicios de infraestructura técnica. Parte de su estrategia para conseguir esta re afirmación y legitimidad de los terrenos tomados, es el implantarse y constituirse como una parte más de la ciudad, teniendo un peso físico visible que les permita tomar acciones para conseguir su cometido.
EliminarLas personas que participan en tomas, ven en esta acción la única posibilidad de acceder a tierra. Dentro de las ciudades, las tierras susceptibles a tomas son las que se encuentran en la periferia de la ciudad o en las zonas de alto riesgo.
EliminarLa imposibilidad de ser dueño de la tierra en el centro de la ciudad lleva a las personas de escasos recursos a asociarse y organizarse para tomar a la fuerza lo que el estado no provee.
La mayoría de estas personas han vivido la incertidumbre del lugar rentado, de poder ser echados según la voluntad del dueño del inmueble.
Poseer el titulo de propiedad significa estabilidad, cuando esta estabilidad se consolida, cuando ese valor se materializa, las personas empiezan a invertir en sus espacios propios, en la calidad de las construcciones y en los espacios comunes. Poseer un titulo es ser reconocidos y es poseer la posibilidad de "echar raíces" con la seguridad de no ser removidos a la fuerza.
Lo que cambia la relación de propiedad es la relación de compromiso, se rompe esa idea temporal, pasa a ser una relación perenne con su espacio personal y con el común.
El estudio que realiza Matos Mar —que pasa desde las características descriptivas de los barrios de Lima en base al censo poblacional estadístico, donde se obtiene información acerca de la escolaridad, ocupación, ingresos, descripción de tipos de familias y comportamientos sociales de los sujetos que son partícipes, los motivos de migración desde las provincia a la capital—, expone la participación de los individuos en base a las necesidades requeridas por la condición de estos en busca de soluciones. Una de estas es la posesión del título de la propiedad; es considerada relevante en la participación voluntaria, colectiva y organizada de los pobladores donde llega a ser un factor decisivo en la vida de una barriada convirtiéndose en un organismo de gobierno local encargado de gestionar, dirigir y controlar (Matos Mar, 1977, 151); la pugna es aquí contrarrestar el hecho innegable de la invasión de tierras para no ser desalojados, escapar de la adversidad marginal, conseguir los servicios básicos que como derecho requieren y buscan que se materialice en el trajinar colectivo.
EliminarPara responder a la primera pregunta de Yeimy, me gustaría recordar que el autor nos menciona que una vez que ocupan las barriadas las personas se comienzan a organizar para satisfacer sus necesidades básicas lo cual lo realizan a partir de dos formas de acción: la primera por la fuerza propia (organizándose en faenas para ciertos fines específicos) y la segunda por un sistema de gestión (lo cual lo logran a partir de dirigentes que organizan visitas a diferentes instituciones tanto públicas como privadas para obtener beneficios) estado dos formas de acción nos muestran un trabajo permanente de las personas de las barriadas una vez que inician su ocupación, lo cual significaría la inversión tanto de fuerza de trabajo así como de tiempo para las actividades que se realizan en estos lugares.
EliminarA partir de esta inversión de fuerza de trabajo y tiempo las personas conciben la posesión de sus títulos de propiedad como una “recompensa” a todo el esfuerzo invertido en estos lugares, tanto para mejorar sus condiciones de vida como las condiciones de vida de las personas que están en su misma situación. También cabe recordar que el autor nos menciona que uno del os rasgos muy enraizados es el del “propio esfuerzo” con el cual las barriadas no esperan a que se les regale nada, sino que a partir de sus esfuerzos y organización esperan que el Estado les venda las tierras, lo cual sería una prueba que sus procesos de organización están acorde a ciertos planes políticos.
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ResponderEliminarEl texto de Matos Mar nos ofrece un panorama general acerca de las barriadas de Lima, a través de la combinación de metodología cuantitativa y cualitativa. El uso de la estadistica para poder cuantificar los motivos de migración rural/pueblo/ciudad confirma como bien dice lo que en otros estudios podían suponer. A su vez dispone del uso de biografías para poder dar cuenta tanto de la generalidad como también la singularidad de quienes habitan las barriadas. La búsqueda de trabajo, la falta de tierras producitvas, los abusos de poder, la difusion de la cultura urbana, son algunos de los motivos de búsqueda. Pero tal como veíamos en la sesion anterior estas migraciones, forzadas económicamente en su mayoría, se dan en circulos familiares, así como tambien las relaciones que se establecen en las barriadas se basan en lazos de parentesco o vecindad. El trabajo comunitario para levantar casas y bienes públicos se combina con los reclamos colectivos para legalizar la tenencia de las tierras.
ResponderEliminarLa época desde la cual nos habla Matos Mar significa en países como Argentina o Chile el momento previo a los gobiernos de facto que quebraron los procesos de empoderamiento popular, e instalaron el desplazamiento del Estado como agente benefactor. Esto preparó el terreno para los ‘90 en donde las condiciones económicas empeoran drásticamente y se aviene la privatización de los recursos del Estado.
Esto rompe con la posibilidad de ascenso social del sector popular encontrándose en un loop de miseria creciente hasta el día de hoy.
¿en qué medida una declaración de “patrimonio cultural” de las villas miseria, favelas y barriadas, convierte la pobreza en un un producto marketinero y desconoce los procesos de marginalización forzada que sufren las clases populares en el marco de un sistema capitalista neoliberal? ¿a quién favorece tal “reconocimiento”?¿podría ser utilizado a favor de los habitantes?
Si bien Matos Mar (1977) plantea que los habitantes de las barriadas, en un constante esfuerzo por establecer la legalidad de sus lotes, se organizan e invierten recursos propios para volver al lugar habitable. Esta suerte de autosustentabilidad escapa a las necesidades que solo organismos públicos y privados pueden ofrecer. Por otro lado, en la sección dedicada a las biografías de los habitantes, es necesario prestar atención a los relatos de las mujeres. Matos Mar indica que el uso de los materiales en la construcción de las viviendas va cambiando según las etapas de permanencia. Todo esto se desarrolla con el objetivo de reafirmar el “derecho de posesión” Ahora, retomando el papel de las mujeres, Matos Mar indica que su participación en la construcción de la vivienda es en relación de paridad con los hombres. Sin embargo, observa que a su cargo se encuentra la tarea del arraigo. Lo que me resulta interesante problematizar es la ausencia de detalles respecto a los componentes materiales de su vivienda. Es como si fuese importante pero no lo más importante en su cotidianeidad. De allí, que los relatos de Sara, Teófila, Faustina, Mercedes y Carmen coinciden en su escasa o nula participación de la vida pública, siempre mediada por la ‘autorización’ de sus maridos. En el caso de Sara, quien llegó a ocupar el Cargo de Presidenta de la directiva del Comité, señala que siempre estuvo disponible para la barriada, no así cuando ella necesitó de ella. Al respecto, Mercedes indicó: “La directiva se portó muy mal con la señora Sara que era Presidente del Comité de Señoras y había trabajado tanto por esa institución hasta sin permiso del marido; sin embargo cuando su hija estuvo grave, nadie le quiso prestar dinero para los gastos
ResponderEliminarde medicamentos y después de tanto ruego le dieron 30 soles que se lo siguen cobrando.” (Matos Mar 1975, 195) En este horizonte, propongo discutir sobre la economía del cuidado en las mujeres de las barriadas. ¿La ausencia de detalles sobre la construcción de la vivienda material podría leerse como la respuesta a una pregunta que omite cuestionar ello? O ¿es acaso, que en las mujeres prima, como indica el autor, la tarea de generar una identidad en el nuevo hogar?
Les comparto estas imágenes de una barriada de Lima en el 69. Fueron filmadas por el explorador sueco Rolf Blomberg quien vivió gran parte de su vida en Ecuador... Estas imágenes están dentro del documental El secreto de la luz que hice con un colega hace algunos años. Por si lo quieren ver completo: www.elsecretodelaluz.com
ResponderEliminarAquí el link a las imágenes de las barriadas, están en el minuto 30 y duran solo un par de minutos, ya ahora comentamos en clase.
Copien y peguen:
https://www.youtube.com/watch?time_continue=1807&v=boUdyfj6YGI