Curso: HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA URBANA 2014
Tema 2: LA ESCUELA DE CHICAGO Y LAS CIUDADES LATINOAMERICANAS
Sesión 5: EL MODELO ECOLÓGICO-CULTURAL: ORDEN FÍSICO Y MORAL.
La Escuela de Chicago sistematizó varios aportes teóricos y metodológicos de las Ciencias Sociales en su momento y propuso un modelo conceptual para comprender la especificidd histórica de la nueva vida urbana. La sesión busca identificar las principales características de este modelo. El diagrama anterior condensa su propuesta del ordenamiento "autoproducido" de la ciudad industrial, cada grupo humano tiene "su" espacio diferenciado (ecología cultural) y en tal virtud la ciudad se asemeja a un mosaico. A continuación una referencia al pensamiento de Park.
"Pero si la ciudad es el mundo que el ser humano ha creado, es también el mundo en el que a partir de ahora está condenado a vivir. Así pues, indirectamente y sin un sentido nítido de la naturaleza de su tarea, al hacer la ciudad, el ser humano se ha rehecho a sí mismo" (Robert E. Park)
Inquietudes con respecto a la literatura de la clase (sección 5). Orlando Rafael Lazo Pastó
ResponderEliminarEn relación con las lecturas me ha resultado más inquietante el texto de Louis Wirth en relación al urbanismo como forma de vida. Primeramente porque define un concepto de urbanismo muy aclaratorio y que se construye en función de otro concepto importante, el de cuidad y por supuesto se articula como un modelo y/o modo de vida. Epistemológicamente el autor trabaja desde una perspectiva sociológica y específicamente da una preponderancia en el análisis al rasero demográfico para articular su concepción de urbanismo, estableciendo una relación entre estos conceptos (urbanismo-cuidad-demografía) que vertebra de manera general todo el texto.
Como crítica principal que se puede observar está el hecho de que el autor da muy poca preponderancia a las cuestiones culturales y se centra mucho más en lo propiamente socio demográfico, considero que una mayor particularización en análisis de tipo cultural hubiese enriquecido el texto con otras lecturas. Sin embargo reitero es mi percepción y quizás no era objetivo del autor.
Mis principales dudas cuestionamiento y preguntas en relación al texto son:
¿Es el urbanismo un concepto más demográfico y/o fáctico que simbólico? O viceversa.
¿Funciona el concepto de urbanismo como catalizador sociopolítico, sociocultural y económico de una ciudad?
¿Cuáles son las principales diferencias entre urbanismo y urbanización?
¿Son realmente las grandes urbes y/o megalópolis industrializadas generadoras de deshumanización y soledad o solamente es una nueva forma de vivir las modernas ciudades?
¿Es el moderno urbanita una especie de inadaptado y/o nómada social debido a las condiciones que le impone la nueva sociedad moderna posindustrial?
Louis Wirth – El urbanismo como forma de vida (1988)
ResponderEliminarSi según Wirth las ciudades constituyen una de las características de la modernidad, como se interpretaron, de acuerdo a esta óptica, las grandes ciudades incas o mayas en América? ¿Esto llevaría a pensar “otras” modernidades, diferentes a la occidental (si es que asi podríamos llamarla)?
¿Qué implicancias ha tenido y tiene definir a la ciudad como un producto de desarrollo que se impone a las sociedades tradicionales? ¿no es esto la aplicación de una visión lineal y ascendente que no posibilita ver las distintas relaciones asociativas?
Al indicar una de las características del urbanismo, se nombra el número de habitantes, indicando que su aumento ocasiona un grado mayor de variación entre los mismos, que lo que sucede en el campo. Ahora bien, concluye que esto conlleva diferenciación espacial (“estas variaciones llevaran, lógicamente, a una segregación de los individuos por el color, la herencia étnica, etc.” (39) ¿hasta qué punto se usa un discurso urbanístico para esconder la razón profundamente económica y política de conformación de las ciudades y la clasificación espacial de las personas que llegan a estas? Visión Malthusiana que relaciona la diferenciación y la especialización a un aumento de población.
La descripción que hace del urbanita se asemeja a un autómata o robot que sin sentimientos logra relaciones para su conveniencia y utilidad, fragmentado, secundario, pasajero, (ej. “Incapacidad de la población urbana para reproducirse” (48)) ¿Cuál es el urbanita que describe? ¿Uno universal, como se propone, o un ciudadano de clase media, blanco, estadounidense?
Robert Park – Sugerencia para la investigación del comportamiento humano en el núcleo urbano (1999)
En la cita de Spengler que toma el autor dice “la historia universal es la historia de los ciudadanos”, ahora bien considerando el propio concepto de ciudadanía, tan ambiguo, ¿de quién serían las ciudades?
Por un lado habla de la ciudad como un organismo vivo, con vida propia, y por otro la define como herramienta, desde una postura funcionalista, que satisface las necesidades humanas, ¿no habría una oposición en estos postulados, por un lado se la presenta como autónoma y por otro dependiente del hombre?
En sus postulados, el autor, aunque se refiere a ciertos procedimientos de segregación y racialización espacial, al momento de definir la ocupación del espacio al igual que la distribución laboral, pareciera que hay una “libertad de elección”, propiciada por la ciudad. La ciudad distribuye, es ella la que dictamina… ¿Dónde queden en este análisis los mecanismos estructurales de poderes locales, nacionales y hasta internacionales que son los que, en última instancia, segregan y seleccionan?
¿Es posible hacer la distinción de que en las ciudades hay relaciones impersonales y racionales cuando, por ejemplo, en Rosario se dan fenómenos de “linchamiento”, como medidas de seguridad social?
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EliminarLa perspectiva sobre la ciudad de Park (1999) como algo que trasciende lo físico, administrativo y organizacional y que se mira como un organismo vivo, que actúa se construya y muta, y es coherente con la naturaleza humana ; permite entender a la ecología humana cómo la convergencia de fuerzas que tensionan y mantienen a grupos de personas habitando y transitando un espacio urbano común (Park, 1999: 49). En este sentido esta problematización de la ciudad como una unidad geográfica, ecológica y económica, permite visibilizar una serie de tejidos simbólicos, morales y estructurales que permiten el funcionamiento y el mapeado social y cultural de un espacio urbano.
ResponderEliminarTodos los materiales y problemáticas de estudio que plantea Park en su texto “La ciudad y otros ensayos de ecología humana” (1999) permiten un entendimiento más profundo de los pequeños mundos que se forman dentro de una ciudad; cómo estos cohabitan y a la vez generan sentidos propios. Siempre pensando al sujeto como eje de todos estos entramados simbólicos urbanos. Para mi este texto es una entrada muy rica a entender el valor de las personas como individuos y como grupos, dentro de las lógicas urbanas. En lo personal el entramado teórico de Park me parece muy completo y cercano a mi realidad urbana inmediata. Cómo la ciudad genera límites de lo “normal” dependiendo de la zonas donde se mire, y cómo estas formas de ordenamiento responden a una serie de filtros y factores de diversa índole que atraviesan a los individuos.
En este sentido me surge una inquietud, si los sentidos dentro de un espacio urbano están constantemente siendo reconfigurados, reconstruidos y permeados por una serie de influencias externas, propias de la naturaleza de cambio de las personas; en el caso de la moral compartida y los límites morales de los que habla Park dentro de la urbe ¿hasta qué punto el acceso a lugares de una ciudad, donde encontramos empatía como individuos, no propone una especie de cárcel simbólica? En el sentido de que nos construimos como individuos en base a estereotipos sociales que atraviesan los lugares que habitamos y transitamos.
La diversidad simbólica que propone un espacio urbano, puede ser vista desde otra perspectiva cómo la asociación de lugares comunes que proponen como mirar, pensar y tratar a las personas que corresponden con estos lugares. En este sentido ¿hasta qué punto los individuos somos responsables de construir nuestros espacios y hasta qué punto nuestros espacios dentro de la urbe nos construyen como individuos?
Con respecto al texto “Exploración de la ciudad hacia una antropología urbana”, que aborda en apretada síntesis una panorámica metodológica, epistémica e histórica sobre la Escuela de Chicago y sus concepciones acerca del urbanismo debo decir que me parece un texto bastante ilustrador en el sentido de que recorre las principales diatribas conceptuales por las que atravesó la mencionada cofradía intelectual, principalmente desde la arista de dos de sus íconos Thomas y Park. El primero con su apuesta hacia una investigación empírica sistemática basada en el uso de fuentes primarias como diarios, cartas et al y en el caso de Park preocupación constante por su preocupación por el orden moral en la sociedad y su concepto de “ecología humana” basado en las teorías de Darwin extrapoladas al mundo social en virtud de conceptos como los de competencia y selección natural. Lo más interesante de estas cuestiones es el hecho de ubicar el grueso de los estudios de chicago desde una perspectiva antropológica y etnográfica, lo que me parece muy acertado pues si leemos detenidamente los estudios propuestos a lo largo del texto encontraremos similitudes con las etnografías.
ResponderEliminarDel texto en general solo me queda una gran inquietud que de alguna forma también se esboza en el mismo:
¿Son los estudios urbanos de chicago vigentes, pueden aplicarse a cualquier cuidad; o simplemente constituyen una excelente teoría concebida como un gran estudios de caso?
Pensando más en el tema puntual de mi interés de investigación, los textos de Wirth y de Park me llevan a pensar en como con el paso el tiempo se han generado nuevos grupos sociales organizados que manejan otras dinámicas y lógicas de asociación, representación y estructuras que se posibilitan solo desde las urbes. Wirth hace una clasificación de los grupos sociales y los modos de organización en las ciudades, cuando habla de la heterogeneidad como una de las variables de la población urbana articula que “hay pocas posibilidades de que el individuo llegue a tener una concepción de la ciudad como conjunto o considere su posición en el esquema global” (Wirth, 1988). Pero ¿qué pasa o cómo se entienden los procesos modernos de asociación de las diversidades sexuales, por ejemplo? Que utilizan como estrategia su lugar en la ciudad para generar incidencia política. Me interesa entender como en varias ciudades del mundo se forman y organizan barrios o sectores “gay”, encontramos por ejemplo el barrio chueca en Madrid o los barrios gays de San francisco o los Angeles en Estados Unidos que general visibilización a través de la apropiación de espacios geográficos determinados. ¿Qué pueden revelar estas nuevas agrupaciones sobre el comportamiento humano?
ResponderEliminarPark por su parte, cuando reflexiona sobre el vecindario, articula que “los intereses locales y las asociaciones generan un sentimiento local, y en un sistema que hace de la residencia la base de la participación en los asuntos públicos, la vecindad se convierte en la base del control político” (Park, 1999:53). ¿Las ciudades en realidad se han convertido en espacios de resistencia para los colectivos GLBTI o estos grupos se han vuelto a insertar en mecanismos de control político y territorial? O ¿Son los factores de anonimato y el carácter transitorio de las relaciones que se generan en las grandes ciudades los elementos que han influenciado el desarrollo de estas particularidades de asociación?
Park en las primeras hojas de su texto La ciudad. Sugerencia para la investigación del comportamiento humano en el núcleo urbano (1999)
ResponderEliminarMenciona: “En definitiva, la ciudad constituye el hábitat natural del hombre civilizado y por eso es un área cultural caracterizada por un tipo cultural particular”. En cuanto a esta aseveración me surge varias preguntas ; ¿Pobladores que se movilizaron si bien de otra ciudad o del campo , homogenizan sus prácticas culturales propias hacia un tipo cultural particular ?. ¿ Y más aún que sucede con los migrantes provenientes de una vida comunitaria, que se acentúan en las periferias de las ciudades? Y experimentan una suerte de ambivalencia identitaria del campo y la ciudad?.
El texto de Park a pesar de su año de publicación mantiene cierta actualidad con las relaciones de la vida urbana actual. Y de cierta manera lo señalado por el autor en su época aún puede relacionarse con las ciudades actuales. Particularmente lo que más me llamo la atención del texto fue indudablemente lo señalado por el autor de que si bien la ciudad se conforma como una creación humana con vida y culturas urbanas variadas que comparten un espacio de encuentro múltiple que instaura distancias morales convirtiendo a la ciudad en una oportunidad de creación de pequeños mundos y la transición frecuente de ubicar a las personas en distintos momentos y espacios, permite una cierta interacción superficial, la misma que da paso a todo individuo a encontrarse en la misma , situación que se mantiene en la actualidad. Sin embargo si bien menciona que la ciudad es parte de la creación humana, también comenta su suerte de manipulación y de creación y afiliación hacia la misma, por lo tanto ¿hasta qué punto el hombre la crea o se rige en la misma?
Me parece muy curioso como en el texto de Wirth se habla de una incapacidad de definir a la sociedad a partir de números arbitrarios que indiquen indices poblaciones o de crecimiento de diversos elementos con formantes de una sociedad, se dice que estas características no definen a la ciudad y que es necesario llegar a abordajes del tipo sociológico para tratar de comprender la, sin embargo los hechos sociales heterogéneos que la conforman sean referentes a cuestiones industriales, de servicios, etc. Son inseparables de esta observación numérica de la sociedad. Y si bien establecer números de forma arbitraria para decir desde A hasta D es un pueblo y desde L hasta O es metrópoli y en adelante megalópoli, sería de poca ayuda para definir a la ciudad, me pregunto: ¿Como sería posible dejar de lado el vernos a nosotros mismos como números despersonalizados en medio de este fenómeno que como especie hemos ido generando y acrecentando cada vez más?. Me parece que puede sonar de pronto frío pero me impacto mucho una parte del texto que dice.
ResponderEliminar"Si el contacto externo incesante de muchas personas en la ciudad provocase el mismo número de reacciones internas que en una pequeña población, en la que uno conoce a casi todas las personas con las que se encuentra y a todas aquéllas con las que tiene una reacción positiva, el individuo estaría absolutamente atomizado interiormente y caería en un estado mental inconcebible." (Wirth, 1988:40)
Es un panorama imponente este al que ha llegado la humanidad como especie, que me lleva a pensar en escenarios propios de la ficción como plausibles y sobre todo cercanos.
De acuerdo con Wirth (1988, 41), en las ciudades “el individuo gana, por una parte, un cierto grado de emancipación o libertad respecto a los controles emotivos y personales de grupos íntimos, y pierde, por otra, la autoexpresión espontánea, la moralidad y el sentido de participación que aporta el vivir en una sociedad integrada.(…) El grado extremo de interdependencia y el equilibrio inestable de la vida urbana están estrechamente relacionados con la división del trabajo y con la especialización de las tareas”, lo que en un principio tendería a favorecer o propiciar el surgimiento de identidades alternativas y a fortalecer la individualidad. De igual modo, Park afirma que “la pequeña comunidad tolera a menudo la excentricidad; la gran ciudad, en cambio, la recompensa. Ni el criminal, ni el anormal, ni el hombre de talento tienen, en una pequeña ciudad, las mismas oportunidades de desarrollar sus disposiciones innatas que, sin embargo, encuentran siempre en una gran ciudad. (1999:80) Sin embargo, con estos antecedentes, ¿cómo se explica la discriminación a ciertos grupos, sobre todo étnicos en las urbes? y, por otro lado, ¿en qué parámetros culturales se pueden sustentar hacia el futuro casos de la creación de comunidades cerradas como la del ghetto judío en Chicago que el mismo Wirth analiza?
ResponderEliminarAsimismo, teniendo en cuenta la complejidad del entramado social y las características expuestas por los autores en los artículos, ¿es posible pensar una planificación urbana de la ciudad realmente incluyente, en donde los individuos tengan capacidad de autoexpresión?
En otro aspecto, ¿por qué se puede aducir que el contacto interpersonal en la urbe o entre los urbanitas -caracterizado por la estrechez física que contrasta con la distancia social (Wirth, 1989:42)- es lo que produce el auge de los medios de comunicación y de la propaganda como nuevos mecanismos de control social (Park, 1999:77 y Wirth, 1989:46)
Finalmente, si “proveer de emociones y el ofrecer medios de escapar al aburrimiento, la monotonía y la rutina se convierten en una de las principales funciones recreativas de la ciudad, que proporciona, como mucho, medios para la autoexpresión creadora y la asociación espontánea de grupo, pero que suele desembocar en el mundo urbano en el espectadorismo pasivo por una parte y en las hazañas sensacionales e inauditas por otra” (50), ¿cómo están cambiando las nuevas tecnologías la forma de entender las actividades recreativas y cómo están afectando el uso de los lugares públicos?
Me da la impresión que Park asume que las diferencias sociales, generadas por procesos migratorios por ejemplo, con la experiencia de vida urbana tienden a ser homogenizadas por un orden moral imperante, sin embargo creo que el autor no se permite ponerlo en cuestión, por el contrario lo ve como modo de lo de lo correcto. Visto así, ¿no justifica esta idea de moral la asociación de la diferencia, que pese a la homogenización pervive, con la desviación, el delito, la marginación y el vicio?
ResponderEliminarHollman Bonilla.
“Las ciudades destruyen las costumbres”, canta José Alfredo Jiménez. Partiendo de la idea de Wirth (1988) sobre la vida urbana como esa capacidad de las ciudades de condicionar el carácter de la vida social, por medio del control económico, político y cultural; tendría razón José Alfredo al decir que las ciudades destruyen costumbres moldeando otra forma de vida particular: la vida urbana. Sin embargo, dos cuestionamientos me asaltan respecto a esta forma en que el autor teoriza sobre la vida urbana:
ResponderEliminar1. Cuando indica que en medio de la densidad poblacional “la yuxtaposición de modos de vida y personalidades divergentes tiende a propiciar un punto de vista relativista y una actitud de tolerancia frente a las diferencias, que puede considerarse requisitos previos a la racionalidad y conduce a una secularización de la vida” (pg. 43) ¿a qué se refiere con tolerancia, cuando determinados grupos se asientan en unas zonas específicas y tienen que moldear unas formas de vida aptas para un apartado social que favorece a unos cuantos ? ¿qué tipo de racionalidad es la que conduce esa secularización de la vida?
2. Respecto a la heterogeneidad, si bien los individuos fluctúan entre varios grupos sociales durante determinados aspectos de la vida social, creando relaciones transitorias y utilitarias, ¿hasta qué punto los individuos no crean lazos y relaciones profundas más allá de las relaciones utilitarias que tienen que mantener en otras esferas de la vida social?
Julián Santiago
Wirth, vive en carne propia el desplazamiento del medio rural al urbano, y todo lo que ello implica. Vive la época en que se dejan sentir las consecuencias de la revolución industrial que experimenta occidente en el siglo anterior al suyo. La urbanización es una forma de organización que es dañina para la cultura primitiva del hombre.(condición orig.) Wirth ha generalizado su análisis como que todas las ciudades del mundo tuvieran la misma realidad social, económica y cultural. dice que las ciudades contemporáneas tienen una característica y es el crecimiento demográfico, esto no es una realidad, aquí se confunde el urbanismo con el capitalismo moderno
ResponderEliminarChristian Benavides
Wirth (1988) señala como rasgos distintivos de la vida Urbana: “el debilitamiento de los lazos de parentesco y la disminución de la importancia social de la familia, la desaparición del vecindario y el socavamiento de la base tradicional de solidaridad social. Sin embargo existen zonas en las que subsiste esa construcción de vecindario en nuestras ciudades. A mi parecer se constituye en una forma de resistencia inconsciente de los urbanitas, frente al anonimato imperante en los centros urbanos. Un ejemplo de eso, donde en ocasiones incluso se dan fricciones ocurre en los vecindarios de las zonas no regeneras del Cerro Santa Ana y las zonas intervenidas, separadas por puertas y cadenas que sus habitantes no les es posible traspasar con sus atuendos habituales. Otro ejemplo es la Plaza de la Tripas en la Ciudad de Quito, donde se conservan tradiciones de solidaridad que no existen normalmente en centros urbanos.
ResponderEliminarCuestionamientos, dudas y preguntas acerca del texto de George Simmel: “La metrópoli y la vida espiritual.”
ResponderEliminarOrlando Rafael Lazo Pastó
· En el texto el autor plantea que el carácter psíquico de la metrópolis difiere mucho del de la cuidad de provincia más orientado hacia lo afectivo (pág. 3).
En relación a esto pregunto: ¿Quiere esto decir que el carácter psíquico de las metrópolis no se orienta en modo alguno al plano afectivo? ¿Somos acaso autómatas los ciudadanos de las grandes urbes metropolitanas?
· En la página tres del texto el autor de alguna manera explícita la siguiente formula de pensamiento: TIPO METROPOLITANO = INTELECTO vs SENTIMIENTO, y esto lo explica como reacción y/o mecanismo para contrarrestar el desarraigo sociocultural que viven los habitantes de las grandes metrópolis.
En relación a esto pregunto: ¿Puede el intelecto puro y duro ser el único mecanismo con el que los metropolitanos combatan el sentimiento de desarraigo? Donde quedan los recuerdos, las tradiciones, la memoria. ¿Acaso no existen en la cuidad metropolitana?
· Al referirse a las relaciones comerciales asevera que en las grandes metrópolis se produce para el mercado como ente de alguna manera impersonal, por tanto los compradores no entran en contacto con el proveedor.
Pregunto: ¿Hasta qué punto es cierto que en la cuidad metropolitana la lógica del mercado no haga interactuar a proveedores y compradores? ¿Cómo se entiende una transacción comercial sin que medien interacciones humanas?
· En el texto también se habla del carácter ordenado, puntual, previsible y exacto de las ciudades metropolitanas, lo que les hace excluir todo carácter irracional, instintivo y soberano.
Pregunto: ¿Estará aquí la base del surgimiento de contraculturas y tribus urbanas como mecanismos de legitimación de otras formas de vida alternativas?
· El autor define una condición de la cuidad metropolitana denominada blasé y que no es más que el aburrimiento o actitud desencantada de los individuos metropolitanos por las circunstancias propias de estas ciudades (impersonalidad que te vuelve personal, o sea introspectivo, ensimismado).
Pregunto: ¿Puede considerarse el blasé como una especie de autismo ciudadano propio únicamente de las grandes metrópolis?
· Simmel plantea que la metrópolis concede al individuo un género y un grado de libertad personal que no encuentra en otras situaciones….
Pregunto: ¿Será realmente libre el individuo en la ciudad metropolitana, o simplemente se libera de unas estructuras para caer preso de otras más simbólicas y subliminales?
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