Tema 1. HISTORIA DE LAS CIUDADES. UNA PERSPECTIVA TRASATLÁNTICA.
Sesión 2. Buenos Aires, "París Latinoamericana"
La Modernidad, como proceso global, puede entederse como una red de cambios interconectados, y no únicamente como un proceso que va desde Europa hacia América. Esta perspectiva es útil para pensar las mutaciones de las ciudades a ambos lados del Atláctico, en donde la urbanización ha seguido pautas a las vez sincrónicas y diferenciadas. Las reformas urbanas implementadas en París por Haussmann en el siglo XIX, sirvieron de modelo para las transformaciones del urbanismo latinoamericano, no obstante los procesos económicos, políticos y culturales, sobre los cuales se asentaron fueron distintos. Así las ciudades latinoamericanas surgieron de la dualidad de asemejarse a las ciudades europeas, pero con una fuerte impronta colonial que las hacía fuertemente rurales.
En una mirada rápida sobre la película "Berlín: Sinfonía de una gran ciudad" me llama la atención lo evidente del contraste, de aquello que señala el progreso pero también su miseria. En América Latina existen formas muy evidentes de contrastes, pero también formas de hacer invisible aquello que no se ajusta al ideal de la ciudad inspirada en la estética occidental. Hace un año se mostró en el Centro CUltural Metropolitano una muestra fotográfica del Quito olonial (1890-1910) donde resaltaba "la edición", básicamente como una manera de cortar del espacio público la presencia de indígenas. Aquella fue una modalidad, nada sutil, de ocultar lo que no se ajusta a cierto ideal de ciudad, así como hay maneras igualmente violentas y evidentes de hacerlo deben haber otras formas menos coercitivas, actuales de ejercer la invisibilidad del otro, por ejemplo su omisión en las imágenes, como también la banalización de la inequidad y la injusticia, la caricatiruzación y folklorización. ¿Cuáles podrían ser otras formas?
ResponderEliminarSe me ocurre Emilio, que otra manera sutil puede ser el cerramiento de los edificios hacia sí mismos, con cercas, muros, sistemas de seguridad etc. Mecanismos que separan al individuo positivamente posicionado en la ciudad de ese otro que está en la calle, al que no quiero ver, que no quiero que me mire y que tampoco quiero que invada mi espacio, mi propiedad vivencial, de trabajo, de esparcimiento etc. Simbólicamente este tipo de solución arquitectónica y urbanística dice mucho.
EliminarEmilio, esta reflexión permite aproximarnos a la ciudad como sede de, o quizá en sí misma, maquinarias productoras de diferencias y desigualdades. Me recuerda mucho al texto de Claudia Briones que se expuso en teoría antropológica: aunque la autora pensaba en el estado y sus niveles en producción de alteridades, bien puede hacerse la misma reflexión con la ciudad como realidad y proceso. Quizá la misma ciudad, en tanto forma con posibilidades objetivas de movilidad e interacción inscritas, sea un dispositivo que forme alteridades y las sitúe (las aleje o distancie de centros o de núcleos políticos, productivos e incluso culturales). Múltiples entradas surgen: el problema de la inclusión, la movilidad, oferta institucional, acceso a educación, a centros productivos o de servicios (trabajo). Un acceso, en la vía de infraestructuras, bien pueden ser las viviendas de interés social.
EliminarPor otro lado, explorar esas formas más 'sutiles' suena muy interesante: la representación de la ciudad en el turismo, en la publicidad y medios de comunicación. Igual las ciudades son construidades como ficciones en lo discursivo: se les atribuye un carácter y unas particularidades. Por ejemplo, mi ciudad de origen, Cali, se vende como la 'capital de la salsa' con diversidad cultural, circulando imagenes de población afro (o lo étnico-racial), cuando en lo real existen enormes desigualdades y dinámicas de exclusión en estas poblaciones. Entonces ¿Qué se muestra? y cómo mostrando se ocultan cosas.
Saludos!
Sobre esta concepción de la ciudad latinoamericana: En el texto de Gorelik sobre Buenos Aires, se hace una mención especial a la ciudad legal y la ciudad ilegal.
ResponderEliminarEsto me permite conectar con la referencia de Emilio a la "manera de cortar del espacio público la presencia de indígenas"; en Guayaquil y su crecimiento urbano-espacial siempre existieron proyectos europeístas y americanistas que proyectaron discrimianción étnica y racial. Entre estos proyectos: la Ciudad Nueva, el New Guayaquil, el Barrio El Centenario y URDESA; en todos estos casos se priorizó un trazado urbano para las élites, y a la postre, constructor de esa otredad sucia antiestética (negros, chinos, indígenas, libaneses).
En esa territorialización de ciertas poblaciones podemos ver: qué ciudades hay dentro de la ciudad -el suburbio es una posibilidad-. ¿Este tipo de "ciudad dentro de la ciudad" a qué nos lleva? El debate ciudad legal o ciudad ilegal, es ideológico, es cuestión de hegemonía de aspectos político, sociales, económicos y culturales. Sobre el París de Haussmann se criticaron los "boulevards" y sus avenidas amplias, su entramado de poder, plasmado en una estética plana regular; en Guayaquil, al contrario, se ha criticado a la ciudad enrevesada, la de los callejones, se la ha incluso denominado la ciudad tugurizada. La ciudad de los callejones, irregular, bella en lo espontáneo ¿ha dado cabida a la ciudad ilegal? ¿Se convirtieron en sinónimos?
¿Qué orden, cuál orden? Y sino el caos, tan lejos de las formas políticas del Estado.
Los procesos de modernización de las ciudades latinoamericanas, a diferencia de las europeas, muestran una profunda asimetría en cuanto al proceso de industrialización y producción de los bienes y servicios necesarios para sostener a las poblaciones urbanas, sin embargo, resultan ser habitadas por continuos procesos de inmigracion procedente de zonas rurales, ¿son estos procesos, en los cuales poblaciones rurales, campesinas e indígenas se urbanizan, los que permiten hasta ahora que en medio de las transformaciones modernizadoras y la racionalización del ordenamiento social, se sostengan aun prácticas y formas de relacionamiento vinculados a una matriz cultural rural, en medio de un contexto urbano? Por otro lado, por ejemplo en Quito, existen espacios territoriales ancestrales, los cuales han mantenido formas de organización y relacionamiento estrechamente conectadas con una matriz rural-agraria, tal es el caso de las comunas, ¿cómo han sido los procesos que desde el poder institucional del Estado, han procurado la extensión de la racionalidad urbana a estos espacios? ¿Cómo se han transformado las comunas?
ResponderEliminarRespecto a esta idea de pensar las mutaciones de las ciudades a ambos lados del Atlántico, en donde la urbanización ha seguido pautas a las vez sincrónicas y diferenciadas, me hace pensar en mi referencia más cercana: La Habana. A partir de 1925 esta ciudad igualmente fue tocada por la impronta hausmaniana, al punto que se creó un Plan Director trazado y liderado por Jean-Claude Forestier (discípulo de Haussmann). El objetivo, expandir la ciudad sobre la base de los condicionamientos modernos. En este proceso de reproducción de cánones urbanísticos y arquitectónicos europeos, medió una serie de factores que diferencian el caso de La Habana de lo que pudo haber sucedido al otro lado del Atlántico.
ResponderEliminarPrimeramente, la preponderancia del centro colonial que supuso un pie forzado del cual partir, o sea, no se trataba de superponer capas sino de hacer convivir los nuevos espacios modernos con lo que suponía el corazón de la ciudad. Por otro lado, la Isla tenía un contacto sumamente poderoso con Estados Unidos desde 1902, con la constitución de la República y una mediación norteamericana que pasó a ser una suerte de neocolonialismo más tamizado. Visto así, la conexión con el Norte fue determinante, de manera que los pioneros del urbanismo cubano que trabajaron junto a Forestier, ya también miraban EUA como referencia de otras nociones sobre el funcionamiento de la ciudad. A la influencia europea se sumó la norteamericana, en una especie de simbiosis que ponía en tensión la idea meramente academicista de la escuela de París. A todo esto, sumaría como factor importante las implicaciones naturales. Pensar la expansión de La Habana en término modernos sin tener en cuenta el puerto, tanto desde un punto de vista estético como funcional, sería casi imposible. De ahí que muchas soluciones del momento estuvieron ancladas al mar. Las nuevas estaciones de tren se localizaron cercanas a la bahía, las nuevas avenidas debían tener un recorrido que conectase necesariamente con el Malecón y a la vez con el resto de los nodos administrativos.
Este recorrido demasiado breve, me hace pensar que quizás, desde los estudios de la Historia del Urbanismo y la Arquitectura en nuestros países, nos hemos concentrado más en develar aquellos aspectos que nos conectan al otro, que lo que nos presenta como particularidad. ¿Será que nos ha sido más fácil montar nuestra historia urbanística sobre un modelo de narración que igualmente nos viene de otro contexto? ¿Por qué no desarticular la narración sobre la conformación y expansión de nuestras ciudades apelando más a lo diacrónico que a lo sincrónico? Quizás el abordaje antropológico nos podría permear de esas lecturas que aporten otros puntos de mira.
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ResponderEliminarEs importante la visión del espacio público sobre el cúal se víncula un tejido social y político, que corresponde en cierta medida al interés de un apoderamiento de la ciudad por parte de la sociedad cívil, pero por otro lado el campo que domina el poder y la construcción de política pública en gestión de una idea de lo "metropolitano", ha hecho sin duda que este apoderarse de la ciudad, se halle relegado a una situación no concreta o por lo menos con una menor definición, en este sentido cabe preguntarse sobre ¿Cúal es la situacion actual del espacio público en nuestra ciudad?
ResponderEliminarEl texto de Gorelik sobre Buenos Aires nos plantea el problema de la ciudad como resultado de conjuntos de relaciones entre la ciudad como forma y las prácticas políticas, culturales y económicas que le atraviesan. En lo operativo el autor nos dice que la ciudad es un producto que debe ser leído en las relaciones entre diversos actores (estado, lo civil y el mercado) que de manera específica darían cuenta del tipo de ciudad que surge. Ahora bien, el autor aborda esto desde el espacio público (metropolitano, como precisa) y sus formas, las cuales dependerían, en el caso de Buenos Aires, de la relación entre grilla y parques. Ambos, en el trabajo del autor, constituyen un proyecto de ciudad: la grilla desde el mercado y el crecimiento de viviendas; y el parque como espacio de civismo en lo cultural (y aspectos de clase).
ResponderEliminarEl punto central por proponer de discusión radica en los usos del espacio público en términos políticos. Para el autor estos espacios pueden comprenderse como 'coyunturas' que articulan prácticas de diverso orden (lo político, económico o cultural) y como inflexiones en lo histórico. El principal uso resaltado por el autor radica en la 'mediación' que permite el espacio público para, redundando, situar acciones y contenidos diversos en lo 'público'. Así, se consolida como escenario e instrumento del conflicto y su gestión. En este sentido, los usos políticos del espacio público pueden ser diversos: desde la demanda hasta la gestión misma del conflicto.
Estas reflexiones nos permiten preguntarnos ¿Qué otros usos puede tener el espacio público, comprendiendo su doblez como forma-urbana y como práctica política? ¿Se puede hablar de gestión de lo público (y lo político) situando como instrumento -o tecnología- esta materialidad del espacio público? Yendo un poco más allá: si la ciudad puede ser proyecto (fin) y al mismo tiempo condición de contexto (medio) de las prácticas humanas -es decir, puede estructurar y ser estructurada estas experiencias y prácticas- ¿Qué relaciones o problematizaciones pueden tejerse partiendo de la ciudad como producto histórico? Si no es una pasividad del ambiente de la vida humana ¿De qué maneras es la ciudad y su configuración movilizadas y apropiadas por diversos actores en lógicas de conflicto?
Según los historiadores Eduardo Lazzari y Daniel Balmaceda, Argentina mantuvo un “romance” de décadas con Francia. Una relación que, como en otros países de América Latina, vería su materialización con la Haussmanización de ciudades como Buenos Aires o Río de Janeiro, incluso Quito.
ResponderEliminarA pesar de que un modelo parisino se definiera como referente urbano para la construcción de espacios, la vida latinoamericana se apropió de cada lugar a través del ejercicio simbólico que supone lo cotidiano. Se construyen entonces territorios, los cuales suponen la formación paralela y permanente de identidad.
Un espacio, como señala Cecconi, se vuelve principio de sentido para aquellos que lo habitan. Por lo tanto, el Tango como forma del tiempo sirve para “medir” una apropiación del territorio y, en definitiva, de la vida en Buenos Aires.
Se puede encontrar un ejemplo sobre esto en la novela “Demasiadas Héroes” de Laura Restrepo. En el texto se realiza una lectura respecto a la reproducción de la vida y las formas de relación en la sociedad durante la dictadura miliar argentina. En esta época, el Estado construye un modelo de ciudadano. De esta manera elementos como el tango, el uso de colonia, el “trabajo productivo”, la iglesia (con Dios incluido), el fútbol, el silencio, la manera en la que te vistes, etc., se convierten en elementos que permiten identificar a las “personas de bien”. Por otra parte, el rock, el pelo largo, el “olor a gente”, el hablar de cualquier cosa a cualquier hora y en cualquier lugar, se vuelven una amenaza.
Se construye de manera permanente una sociedad de claro/oscuros, de recovecos, de sentidos. Respecto a este tránsito, Baudelaire dirá en “El Pintor de la Vida Moderna”:
“La modernidad es lo transitorio, lo fugitivo, lo contingente, pues casi toda nuestra originalidad proviene del sello que el tiempo imprime a nuestras sensaciones.”
En este sentido ¿cuál es el espíritu que define actualmente la reproducción de la vida, así como la construcción de espacios, lugares y territorios?
La modernidad como un proyecto de sociedad que sitúa al sujeto como su piedra angular, no transita de manera uniforme en los distintos espacios del globo ni genera los mismos efectos para quienes habitan en ellas. De ahí que la industrialización y la urbanización (procesos complejos que deben atenderse de manera acopladas) producen tipos de ciudades y modos de habitar diferentes. En esta construcción juegan un rol determinante tanto las coyunturas contextuales como las relaciones de poder específicas y concretas.
ResponderEliminarLa organización de la ciudad entonces constituye una dimensión elemental para la modernidad. La ciudad entendida como el hábitat del hombre y mujer moderno/a, y que por consiguiente acoge las dinámicas socio-espaciales que ahí se plasman. Para cada sociedad, hay un tipo de espacio que responde a las particularidades de cada territorio, generando prácticas culturales, sociales y políticas que responden a su contexto.
La realidad entonces de nuestras ciudades latinoamericanas es que se ve envuelta en la impronta eurocéntrica. Hay una imposición de cómo debemos construirlas y habitarlas. Sin embargo este traspaso forzado en lo arquitectónico y psico-geográfico, choca y no de una manera empática sino más bien en la confrontación con las cosmovisiones y ritualidades locales que se resisten a este proyecto moderno.
Ya han transitado bastante tiempo desde la creación de las primeras ciudades en el continente, proceso que se ha acentuado en los últimos 70 años. Cabe preguntarse para nuestra época entonces ¿Cómo se construye el espacio urbano en el siglo XXI, continúa reproduciendo lógicas modernas o estas han mutado? ¿Cómo la arquitectura de nuestras ciudades genera y trasmite estímulos que influencian o no nuestros modos de habitar? ¿Cómo ha sido la resistencia propiamente de lo local frente a los efectos modernos, y cómo se resiste en tiempos de un marcado individualismo e indiferencia con el otro?
Ignacio Contreras Ilabaca.
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ResponderEliminarHay que resaltar que el autor propone a la ciudad como un objeto de la cultura que produce significaciones en el marco de una historia cultural de las representaciones sobre la aplicación de modalidades peculiares de orgnanización geométrica (grilla). La ciudad como producto de un proceso histórico y social que se configura a partir de la significación y construcción de sentido desde diferentes prácticas sociales como el mismo tango y su "ambiente" en las zonas fronterizas en donde el entramado social urbano tiende a confundirse con el del campo. Tambien apunta los aspectos que influyeron sobre la organización desde nuevas políticas públicas de urbanismo y de transformación cultural. En este sentido, cómo surgen las ciudades bajo el prisma de la estratificación social y la selección de los espacios con mejor calidad de suelo y con acceso a diferentes servicios? Cómo influye la tendencia de las "grandes construcciones" en la configuración del espacio público en el proceso de construcción de de los barrios y espacios suburbanos?
ResponderEliminarPara entender a la ciudad y las particularidades entre las urbes de Latinoamérica y Europa es importante tomar en cuenta la convivencia de varias ciudades dentro de una misma; con esto me refiero a considerar los distintos lugares y posturas desde donde los ciudadanos conciben la ciudad, qué zonas son incluidas y cuáles excluidas en sus imaginarios, qué usos se da al espacio público y qué relaciones sociales específicas se tejen en estos espacios. Considerando esto, coincido con los comentarios anteriores respecto a la importancia de tomar en cuenta para entender nuestras ciudades la convivencia entre lo moderno y lo tradicional, lo urbano y lo rural, con el fin de entender y visibilizar distintas concepciones de la ciudad, en lugar de la idea de la ciudad únicamente como espacio homogéneo y homogenizante.
ResponderEliminarA propósito de los comentarios de mis compañeros, me vienen a la mente otro tipo de comparaciones, en el caso de México, específicamente de la ciudad de Oaxaca,
ResponderEliminarque en su fundación y crecimiento absorbió o "se comió" a muchos barrios cercanos, la mayoría de estos se dedicaban a la agricultura, una vez dentro de la ciudad sus tierras cambiaron por placas de cemento, sin embargo, el sistema de cargos aún existe. Normalmente podría pensarse que la urbanización crea una identidad homogénea, o un lugar sin identidades, pero en este caso los barrios aun conservan sus tradiciones a modo de reforzar su identidad, caso que incluso tiene beneficios turísticos, en este sentido, la ciudad no borró o desdibujo identidades, sino que es muestra de la capacidad de estos aspectos culturales para adaptarse a nuevas condiciones, en la parte politica, aun dentro de la ciudad existe el sistema de usos y costumbres, ¿Por qué se han conservado y acentuado esta gama de tradiciones dentro de la ciudad? ¿Estos procesos de urbanización realmente afectan a la identidad local?
Hablando de espacios urbanos, de redes que han conformado de un lado los tejidos físicos y del otro los tejidos sociales adentro de las ciudades, intensa como conjunto de elementos arquitectónicos y del otro como red de sentidos generados por las relaciones de los actores sociales que los habitan, no podemos dejar de lado de considerar que es el espacio publico. En la concepción de las ciudades modernas occidentales, según el ejemplo del modelo establecido por Haussmann, que ha ido determinando un estándar de organización espacial, que no prescinde de una forma de control politico y social, la ciudades se erigen y determinan por un proyecto establecido y desarrollado a partir de un modelo hegemónico que a través de "griglias" y cuadriculas del territorio generan fragmentaciones. Estas fragmentaciones espaciales, de hecho, generar micro-ciudades adentro de una misma ciudad, limites construidos, que se vuelven simbólicos, a través de las cuales los actores sociales se identifican a partir de procesos de inclusión/exclusión: las fragmentaciones se vuelven una herramienta que, bajo de una misma ciudad hegemónica y controlada por estructuras de poder, producen alteridades (y en consecuencias conflictos). Estas dinámicas sociales producen las tensiones adentro de una misma metropoli, a partir da limites y fronteras definidas por un plano regulador establecido por un grupo de poder, sobre una mesa. Entonces mi pregunta es ¡Existe el espacio publico? Desde el momento en que la cuadricula urbana y las dinámicas de fragmentacion que conlleva, espaciales y sociales, son el resultado de decisiones establecidas por grupos de poder, donde los recorridos son rutas definidas. Que podemos considerar espacio publico? Podemos tomar, en cuanto agencia, el control sobre las formas de habitar publica, desde el momento que las ciudades, hasta los asentamientos informales, están puestos según una estrategia de organización política de la ciudad?
ResponderEliminarGloria Quattrone
El texto de Gorelik ``La Grilla y el parque`` nos invita a reflexionar sobre la influencia de la modernidad en el desarrollo y construcción de la ciudad de Buenos Aires como una ciudad que toma modelos de construcción y urbanismo de ciudades europeas como Paris, Italia, Alemania, etc. De manera que se puede concebir esta idea de la modernidad como una ideología hegemónica que apunta a la modernidad como un ideal de la ciudad –blanca europea y que se impone en Buenos Aires como una forma de colonizar los espacios, y de construir espacios donde toma vida la ciudad, donde se reproducen nuevas estructuras.
ResponderEliminarEs interesante ver como esta perspectiva europea sobre el diseño para pensar la ciudad, tiene tanto auge en muchas ciudades de Latinoamérica y es principalmente Buenos Aires que ha sido pensada como una réplica de Europa, sobre todo de París, esta lógica va a replicarse en el desarrollo de las industrias, el trabajo, los sistemas políticos, económicos y sociales, que se van a reflejar en el desarrollo de una cultura que resalta el ideal del hombre blanco y da la espalda a su historia indígena; así como el lugar del gaucho es donde se deposita todo lo que no pertenece a la ciudad, lo irracional, y de alguna forma queda excluido de la vida de la ciudad.
Esto permite pensar en un cuestionamiento ¿la estética de la ciudad se convierte en una imaginario que gira en torno a un dispositivo del poder?
Mayly Torres