viernes, 15 de febrero de 2013

CURSO: HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA URBANA
FLACSO
MAESTRIA EN ANTROPOLOGÍA VISUAL Y DOCUMENTAL ANTROPOLÓGICO
SESIÓN 6: SÍNTESIS, CRÍTICA Y LEGADO DEL MODELO ECOLÓGICO-CULTURAL.

Cuando un investigador interesado en algún tema urbanoespecífico, empieza a indagar los antecedentes académicos de dicho tema, una suerte de "arqueología del saber" de lo que le interesa con muhca frecuencia termina encontrándose con la Escuela de Chicago. Al mismo tiempo, muchos de los trabajos emblemáticos de dicha escuela han sido condenados duramente desde posturas teóricas, ideológicas, éticas y políticas. Este espacio convoca a plasmar su balance personal del aporte de esta tradición de pensamiento a la comprensión de los fenómenos característicos de la ciudad industrial.  

8 comentarios:

  1. El balance personal va de la mano con el balance que hacen Lezama y Castells sobre los aportes de la escuela de Chicago a la comprensión de los fenómenos característicos de la ciudad industrial. Un poco tímido el primero, más contundente el segundo en los cuestionamientos a los postulados de quienes hicieron parte de esta escuela de pensamiento estadounidense.

    Si bien era irremediable y fatalista pensar en que todo lo que existía en las modernas ciudades occidentales estaba sometido a un proceso de cambio y reestructuración, las investigaciones y postulados en ese camino no se hicieron esperar, de ello dan cuenta la escuela ecológica humana de Chicago y la naciente sociología urbana estadounidense.

    Sin embargo y en este sentido Castells es más duro con los postulados de esta escuela, para él, los fundamentos de la actividad de la sociología urbana serían los mismos de la sociología de la sociedad "moderna", la sociedad de masas. Una sociología urbana ideológica con una perspectiva unificadora desde el seno de la actividad del investigador, organizado en función de una racionalidad puramente ideológica.

    Son estos argumentos de Castells, en lo que se observa la crítica más aguda hacia la escuela de sociología de Chicago y su construcción de una sociología urbana epistemológicamente empirista. Que para él debe terminar, pues sus investigaciones carecen de valor científico. Pues mantienen la carencia de un objeto teórico específico en el campo de la sociología urbana de Chicago, desprovista de una delimitación teórica previa, tienen poco valor científico.

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  2. El fin de la sociología urbana: "El nacimiento de una ciencia, como el fin de una ideología, no son hechos que se consuman por obra y gracia de ciertos individuos o instituciones, sino expresión de una situación dada la estructura social"(Castells,1971:71).

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  3. “Ferris and his great wheel were gone but he had left, as a legacy to generations of entertainment-seekers, the World's Greatest Ride” The Chicago Tribune

    La Escuela de Chicago y sus integrantes al parecer causaron gran revuelo en el ámbito académico, sobretodo en el terreno de la Sociología, el revuelo, aunque poco comparable, me recuerda a cuando parecieron los diarios de Malinowski, produciendo que la escuela antropológica empiece a cuestionarse sobre la autoridad del etnógrafo y la forma de ejercer el oficio de etnógrafo.
    Es interesante ver cómo van cambiando las perspectivas en el mundo académico, durante la supremacía y vigencia de la Escuela de Chicago, su concepto sobre la ecología urbana fue practicado y difundido, gracias la misma se empezó a pensar en la ciudad y en sus componentes, mas allá de las comunidades que se encontraban por fuera de las mismas. La vigencia esta ecología también tuvo que ver con un cambio en las mentalidades y en las formas de concebir la ciudad, luego de que pase la era industrial y el desarrollo y población de los centros urbanos que acogieron a la industria.
    Si nos ubicamos temporalmente, Chicago en la época en que los estudios empiezan a darse, era un importante centro industrial, ejemplo del mundo de la modernidad, un claro ejemplo de esto fue la Exposición Universal de Chicago de 1893, una vitrina similar a la de París de 1889, que mostraba los avances industriales del mundo. La competencia por demostrar la supremacía se podía ver en ejemplos pequeños pero que pueden resultar impactantes. Mientras que París para la Exposición Universal de 1889 presentó a la Torre Eiffel como el ejemplo arquitectónico de la nueva tendencia del pensamiento (lo privado se hace público), Chicago en 1893 impactaría al mundo con la Ferris Wheel, que no solo era una construcción monumental sino que le agregó un detalle importantísimo: el movimiento. El responsable de su construcción George Washington Gale Ferris en el discurso inaugural proclamó que las ruedas salieron de su cabeza y que logró que se volvieran realidad, este discurso refleja del periodo de modernización que vivía no solo Chicago sino también las grandes potencias industriales de la época.
    La Escuela de Chicago, intentó y logró de cierta forma exponer el funcionamiento de una ciudad que se expandía en poco tiempo y de la cuál se generaban muchas preguntas no solo a nivel de las autoridades sino también por parte de los individuos que la habitaban, quienes simplemente buscaban asegurarse un lugar dentro de la ciudad.
    Las críticas al modelo ecológico son obvias, los individuos si bien dominan, adaptan, compiten y se suceden tampoco se puede pensar en ellos como libres de agencia y tampoco podemos sacarlos de sus contextos históricos específicos. Al final es lo que los textos pretenden, sacar la noción biológica y evolucionista propuesta por los de Chicago y proponer un base teórica social más clara, esquemática, menos amplia y más propositiva.

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  4. JORGE VILLAVICENCIO GUAMBO

    Cómo analizar e interpretar la ciudad que se va formando antes durante y después de las guerras mundiales; desde que óptica asumir al sujeto que se va formando dentro de la ciudad y como establecer la influencia de este sobre su espacio cotidiano son preguntas que la Escuela de Chicago ha ido desde su formación tratando de responder. Dentro de sus aportes cabe resaltar el de entender la ciudad como un producto de la sociedad y viceversa. El legado de la escuela de chicago es ante todo el fruto de comenzar a caminar la ciudad con otra mirada, cercana al “flâneur”; hacer observación participante y etnografíar los problemas que fatigaban a las ciudades. Nuevos problemas se van creando dentro de la “nueva” ciudad industrial que emerge como un ciclope hambriento, la ciudad se hace carne en sus habitantes, y estos reconfiguran con sus trayectorias urbano-corporales el espacio. También uno de los aportes es entender como las ciudades se re-pueblan, con migrantes constantemente, en otras palabras entender que las ciudades se vuelven magnetos de individuos.
    De esto parte la crítica de Castells mismo que propone entender las ciudades como espacios que mutan y crecen en medida de las decisiones que adopten sus habitantes -“ciudades sociales”- y no por un proceso “natural” como pretendía la Escuela de Chicago. Dentro de las ciudades las micro-comunidades que se van formando por el proceso migratorio crean resistencias al cambio o lo provocan según sus dinámicas internas.
    Actualmente debemos entender a la ciudad como un espacio en tensión constante entre los diversos actores que confluyen diariamente. Un espacio que se construye en base a decisiones de actores sociales sobre elementos políticos, materiales y económicos. También la ciudad debe ser vista como un escenario de lucha (cercano a una lucha de clases) por espacios, donde existe ante todo una disputa entre grupos hegemónicos (que dictan en una suerte de disciplinamiento foucaultiano como debemos vivir la ciudad) y grupos marginalizados.

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  5. Guido Salazar/ Antropología urbana

    Limitaciones y aciertos de la Escuela de Chicago

    La expresión de la escuela de Chicago es una corriente de pensamiento heterogénea, con características teóricas y epistemológicas significativas para los estudios de la ciudad dado el carácter empírico de sus investigaciones. Los estudios de esta escuela dan la pauta de enfrentar las problemáticas de la modernidad y su reducto global en relación a varios aspectos como: el crecimiento de la población en las ciudades, la migración y sus formas de trasformación cultural, la perspectiva de lo rural y lo urbano como interacción simbólica, o los problemas sociales vinculados a la pobreza y lo que se considera como orden social.

    La base empírica de estos estudios, más allá de su condición positivista y pretensión de demostrar la objetividad del trabajo investigativo de la sociología, deja las pistas de cómo hacer un trabajo etnográfico en la ciudad, no con el fin de garantizar la cientificidad de este conocimiento, sino como medio de configuración de un tipo conocimiento que muestre las relacione dialógicas, estructurales, sociales y económicas de la estructura de la sociedad.

    Si bien a través del pragmatismo que imperaba en esta escuela se afianzó la idea de definir la cientificidad de la sociología desde una perspectiva biologista, sicológica y ética, y en consideración al carácter ideológico e institucional que define a la sociología urbana, el debate sobre la escuela de Chicago abre la discusión de muchas limitaciones pero también de grandes aciertos. Como por ejemplo: las lógicas que construyen el interaccionismo simbólico en cuanto a la relación de sujeto como productor de símbolos; las estructuras sistémicas que definen la idea de cultura en la estructura de valores y normas de la sociedad moderna; la estructura socio-económica y sus transformaciones; la idea de organismo ecológico como definición del equilibrio y orden social, son algunas de las perspectivas que se amplían en el trabajo de campo como precedente de una sociología urbana que en el contexto de 1915 a 1940 ya hacía referencia de la cultura como un proceso dinámico que se enmarca en una dimensión heterogénea.

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  6. “Más allá de su estructura biológica, más allá del mundo de las necesidades inmediatas
    y de las respuestas instintivas en la esfera de lo sensorial,
    el hombre es un ser creador de instituciones,
    es decir, de una cultura que se acumula y se renueva constantemente”
    (Park, 1988: 102).
    El modelo ecológico – cultural desde una perspectiva sociológica, analiza en gran medida los problemas personales y sociales generados por la desorganización social, esta última concebida como la desintegración de la comunidad, volviéndola heterogénea y con un sentido de solidaridad entre sus miembros mecánica. Aquellos individuos que generaron dicho desorden son los migrantes, que pertenecen a distintos grupos étnicos y que siempre van a estar expuestos a que las ciudades respondan a estos cambios sociales con rechazo, discriminación acompañado a ello la violencia. Para mí es muy importante entender este proceso ya que los grupos marginalizados, son actualmente mi objeto de estudio, de tal forma que según Lezama (2010) Burgess sostiene que las ciudades no crecen solamente de forma natural, sino también por medio de la migración, lo que ocasiona un desequilibrio entre población y medio ambiente.

    Los conceptos de dominio y sucesión se explican en la vida social, que de acuerdo a este modelo ecológico – cultural, es un entramado de relaciones en conflicto, en donde por una parte al igual que los animales, las personas trabajan mancomunadamente y de aquí la idea de comunidad (se refiere al nivel que existe en los sistemas sociales y que reproduce el orden vigente del mundo natural); por otro lado, luchan por sobrevivir en un espacio en donde cada vez el consumo arraigado del capitalismo, caracteriza a los seres humanos. No obstante, estas fuerzas competitivas llegan a un momento de “neutralización” en donde se logra un estado de equilibrio.

    Por otro lado, para los “ciudadanos de segunda” es compleja la asimilación y su integración a una sociedad, puesto que “las zonas de asentamiento de estos grupos, son marcadas por la pobreza, la delincuencia, la falta de servicios educativos, de salud, altas tasas de fecundidad y mortalidad…” (Lezama, 2010: 186), además de la educación de los niños en la casa y de los adolescentes en la escuela. En fin, la ciudad como fruto del capitalismo, es el escenario de realidades opuestas y muchas veces ambivalentes ya que así como es dadora de una cierta pobreza del mundo moderno, también brinda opciones al desarrollo integral del hombre, por ejemplo por medio de una amplia división del trabajo.

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  7. Por: John VInueza
    En las tres lecturas encuentro una busqueda de autodefinicion de una rama academica que se debate entre entender: qué es y porqué es asi, y los limites que busca autoimponerse o a los que es sometida por sus criticos.
    Se encuentra sometida a un continuo proceso de autoafirmacion, tanto como subespecie de la antropologia asi como desde el urbanismo, esta rama autodenominada antropologia urbana, es alimentada y se alimenta de sus ramas madre, por lo cual es interesante el cuestionamiento de Ulf (1993) sobre si es una antropologia dirigida al urbanismo o es un urbanismo antropologizado, este cuestionamiento implicará en los trabajos de los autores modos de encarar los problemas planteados de manera basntante diversa, adicionalmente Ulf describe la diferencia entre antropologia y sociologia urbana definiendo a la segunda como mas estadistica y matematica que la primera.

    A partir de esta introducción inicia una serie de analisis relativos a los diferentes acercamientos a la materia por parte de diversas escuelas, la de chicago por ejemplo la cual a partir de una vision ecologista limitada de la ciudad.

    Lezama en su análisis de la escuela ecologista de Chicago, dice que los ecologistas consideran el orden urbano como una consecuencia de distintas fuerzas que luchan por la obtención de recursos urbanos lo que generaba interrelaciones, lo que implica ademas un posicionamiento en el territorio de los actores(pg 224). Y con este enfoque Lezama considera que los ecologistas no resuelven el problema solo lo remiten a una esfera distinta de la realidad.
    Por su parte Castell, al analizar la sociologia urbana, considera limitativa a la escuela de chicago, debido a su falta de su propia delimitacion de su objetivo real, considera que no existe una definicion clara de lo urbano en si mismo mas alla de su dualidad con lo rural. lo que lo lleva a pensar que el termino urbano, como ha sido empleado hasta ese momento, es simplemente ideologico.
    Su conclusion es que el espacio es un producto social (pg 65) y son estos procesos sociales los que determinan la articulacion concreta de los elementos materiales sobre un espacio determinado, es decir a la organizacion den espacio de individuos, grupos, medios de trabajo funciones, actividades, etc.
    Considero que con estos autores, la sociologia y la antropologia urbana, dio un giro hacia un nuevo enfoque marxista de la sociedad urbana y creó nuevas formas de estudio y análisis de estos fenomenos.


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  8. La Escuela de Chicago ha permitido el desarrollo del pensamiento en los estudios urbanos, en sociología y antropología hasta la actualidad, si bien ha sido criticada desde muchas aristas es a final de cuentas la base de los análisis en contextos urbanos, y que han puesto los zumientos para explicar los efectos sociológicos del proceso de urbanización capitalista (Lezama, 2010), es así mismo el primer intento riguroso por sistematizar y describir los sistemas comunitarios urbanos.

    Una de las criticas más agudas corre a cargo de Castells (2001) quien a través de un método casi decosntructivista analiza los pormenores teóricos y políticos en los que se embarco el pensamiento chicaguiano. Para Castells la escuela de Chicago se convirtió en el aparato institucional ideológico para describir ciertos procesos históricos y estatales que de anclaban en un proceso de industrialización y explotación capitalista. Siguiendo con su critica la sociología urbana, nacida de la Escuela de Chicago, no tiene ni objeto teórico ni objeto de estudio particular, sino mas bien conforma una teoría general de las estructuras sociales (Castells, 2001: 58). Independientemente de las criticas, Castells propone una serie de categorías metodologicas y analíticas para lo que nombra una nueva sociología urbana, esto es centrarse en el estudio del espacio, el estudio de los procesos de consumo, producción, intercambio y gestión institucional. La propuesta de Castells nace del análisis de las fallas del pensamiento clásico chicaguiano.

    Es importante señalar los aportes que tuvo dicha escuela, que si bien como dice Hanners (1993) reproducían una serie prejuicios moralistas y de escaso desarrollo teórico, tuvieron el atino de generar conocimiento empírico basto, a través de una batería metodología centrada en la observación participante. Hanners nos dice que esta pareciera una practica de corte periodístico pero que permitió que diversas practicas sociales marginales fueran foco de atención. Muchas de están investigaciones eran patrocinadas por instituciones con la finalidad de intervenir en ellas, así el escaso desarrollo teórico iba acompañado de pretensiones políticas de intervención, por lo que Castells tiene el buen tino de justificas como los pensadores de dicha escuela fingieron como agentes estatales que encubrían procesos estructurales de enajenación capitalista. Tomando en cuanta tanto los procesos estatales como de dominación, habría que rescatar el aporte etnográfico de esta escuela.
    (Elias)

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