CURSO HISTORIA Y ANTROPOLOGÍA URBANA
MAESTRIA EN ANTROPOLOGÍA VISUAL Y DOCUMENTAL ANTROPOLÓGICO
FLACSO EUADOR
SESIÓN 7. EL DEBATE SOBRE MARGINALIDAD DESDE AMÉRICA LATINA
La expansión de la naciente "Antropología Urbana" en el contexto americano hacia América Latina marcó la investigación y al conceptualización de la marginalidad en esta región. La sesión se centra en explorar el discurso antropológico de la marginalidad urbana latinoamericana como evidencia de un proceso de urbanización diferente del seguido en los países industrializados.
“Nosotros los pobres y Ustedes los ricos proyectan la suerte y los estilos de la vecindad clásica, en donde no importan tanto los cambios de fortuna porque se sabe que nunca los inquilinos podrán salir del hoyo, de ese cuarto, de ese drama colectivo donde las madres solteras engendran hijas desdichadas; las mujeres paralíticas sólo se consiguen maridos marginados; a los héroes puros se le responsabiliza por el asesinato de una prestamista libidinosa (Raskolnikov es inocente en Castigo sin crimen), y el héroe y la heroína son a tal punto perfectos que su unión es teológicamente el matrimonio celeste en el infierno. Si Pedro Armendáriz y Dolores del Río son los Adán y Eva campesinos, Pedrito y Blanca Estela son la pareja fundadora en el Edén-pese-a-todo de la urbe. Y a Ismael Rodríguez le es dado situar la geografía de la pureza y la desdicha en una vecindad del Centro, allí donde según la moraleja tanta desventura es el único pórtico admisible de la dicha”. (Monsivais, El Universal 23 de agosto del 2004)
ResponderEliminarCuando pienso en vecindades y en la dinámica barrial por falta de contextos propios debo ver al cine y o a la televisión, fue el mismo Monsivais que si mal no recuerdo en launa entrevista dijo que si uno quiere comprender el pensamiento del mexicano, al menos el de los 80s había primero que ver tres películas: Nosotros los pobres, Ustedes los ricos y Pepe el Toro. Probablemente por falta de recursos de las televisoras nacionales y porque no decirlo, por una ausencia de lo que se llama ahora la “supervisión de un adulto” yo crecí viendo estas películas. Yo, y supongo millones de niños latinoamericanos, aprendimos de estas cintas sobre los barrios, compadres, borracheras, préstamos, solidaridad entre vecinos, chismes y desgracias, sobretodo sobre esta última.
Es tal vez por esta razón que la dinámica planteada por Larissa Lomnitz, se me hizo tan familiar, ya que la marginación y la pobreza han sido dos características frecuentes dentro de las ciudades de América Latina y todos hemos sido testigos de una u otra forma tanto de la pobreza como de la marginación.
Esta llamada marginalidad ha sido lo que más me ha llamado la atención, porque a pesar de que el texto se escribe aproximadamente hace 30 años, me parece que las condiciones ni han mejorado pero probablemente si han empeorado, las ciudades han crecido dejando a muchos apartados de los complejos sistemas sociales y económicos.
La gran pregunta es si todavía se mantienen las redes de intercambio de las que habla la autora en los barrios latinoamericanos, si bien probablemente todavía se conserve una cierta solidaridad con los recién llegados de otros lugares y con los familiares, creo que los niveles de individualización han crecido y las familias se han vuelto más nucleares, los sistemas de compadrazgo han disminuido y por qué no decirlo los vicios han aumentado.
La ciudad y sus márgenes
ResponderEliminarLa ciudad tiene sus márgenes, son lugares donde viven millones de personas que no se favorecen de los servicios y facilidades de la ciudad moderna; en las sociedades convergen grupos dominados y grupos dominantes, que delinean los espacios del tránsito y la convivencia. Los márgenes delimitan el espectro de nuevas formas de organización social con patrones de comportamiento y economía particulares, proyectan las condiciones de formas de sobrevivencia. Así se crean los sectores marginales de la ciudad –en México denominado las barriadas- ahí en el lugar donde llegan los migrantes, aventurados por el deseo evolutivo de fe de progreso en la vida moderna; con ocupaciones similares devaluadas en el mercado laboral urbano, en el límite que separa y los excluye de la seguridad social y económica, de las organizaciones públicas y privadas; como también, de la economía industrial dominante.
De ese modo se estratifican las posiciones sociales en el espacio y la estructura económica de la urbe, al margen; en sectores de reserva obligados a la espera de la inserción laboral del sistema capitalista. Además de que la marginalidad no es solo económica, es una forma de exclusión al poder y las decisiones políticas del Estado; población sobrantes - marginalidad y/o pobreza- donde no es posible una inserción funcional al esquema de producción porque la marginalidad se define en el poder de los procesos económicos y políticos oficiales.
En ese contexto, encaminado por procesos de modernización, se construyen tipos de valoración social referente a las ocupaciones, los cuales reflejan a nivel simbólico la distinción entre tradicional-moderno, campo-ciudad. Esto también se define en la idea de la marginalidad como una carga social o retraso, en relación directa al modelo del mundo moderno anclado a la complejidad de la organización productiva, el desarrollo tecnológico en las ciudades, la especialización laboral en el campo del servicio; y también, la concentración del poder de unos grupos sobre otros respecto del control económico, político y social.
De ese modo la marginalidad es un tema vinculado al acceso al poder, a la decisión sobre el propio destino donde están excluidos los sectores sobrantes, en lo económico y social, en la marginalidad de pobreza. Este problema opera la falta de participación de estos sectores en la producción, ingreso, consumo y decisión político-económica; lo cual crea proceso de disparidad de las condiciones del trabajo, el acceso al empleo y la marginalidad del sistema económico productivo.
Larissa Lomnitz en 1970 realiza su estudio “Cómo sobreviven los marginados”, once años después de que Oscar Lewis presentara su libro sobre la pobreza en cinco estudios de caso en diversas familias mexicanas: cuatro de nivel económico medio bajo y una de reciente ascenso hacia un nivel medio alto. Lomnitz al analizar la condición de marginalidad de las ciudades latinoamericanas (Chile y México) cuestiona los planteamientos de Lewis acerca de una cultura sobre la pobreza basada en su materialidad y en el sistema de valores de las familias estudiadas al explicar la deficiencia en el análisis de los procesos de organización y estructuración económica. Que en su caso, traería como conclusión la observación de la configuración de redes sociales particulares en los grupos marginales.
ResponderEliminarAl mismo tiempo se critica a Lewis la aleatoriedad con la que eligió a las cinco familias de su estudio, lo cual se consideró fundado en decisiones subjetivas, que ponían en duda lo que él llamó “etnografía realista”, por la fragilidad de sus interpretaciones sobre los datos de campo.
Sin embargo, pensamos que ambos estudios mantiene una gran estrechez por su afincamiento en las microhistorias. Rompiendo con la aplicación de modelos generalistas sobre la población urbana y sus migrantes. Ambos estudios son resultado de largos periodos etnográficos que implicaron generar propias redes entre los investigadores y los informantes. Lo cual justamente es lo que Lomnitz aprovecha para identificar minuciosamente las redes sociales, modelo de análisis venido del pensamiento británico. La definición estructural de la marginalidad que da la autora refiere “por la ausencia de un rol económico articulado con el sistema de producción industrial (Lomnitz, 1970: p. 17). Dentro del cual se generarían estrategias de transacciones para el intercambio
de bienes y servicios a través de tres niveles: el intercambio de mercado, la redistribución de bienes y la reciprocidad. Todos ellos articulados en redes de parentesco o vínculos con vecinos anclados en diferentes niveles de confianza entre ellos. Con ello Lomnitz mostraría la separación entre la condición marginal y la de pobreza, que en todo caso no son dependientes la una de la otra, y cambiaría la percepción sobre los modos de vida de los grupos marginales de pensarlos como sobrevivencia a pensarlos como sobreviviencia. Explica la autora que la subsistencia implica
en un intercambio precario de mano de obra contra dinero y la sobrevivencia se basa en los intersticios y posibilidades para obtener bienes y servicios.
Lo cual confirmaría la importancia del establecimiento de lazos comunitarios dentro de pequeños círculos urbanos, en los que los lazos afectivos y de parentesco generarían estrategias económicas alternativas, las cuales a nuestro parecer se mantiene vigentes aunque han cambiado las relaciones espaciales, pues por ejemplo en la diáspora, donde estas redes migran continuamente. Parece que se dinamizan más que nunca.
Los marginados son como los cangrejos: realizan ciertas funciones útiles dentro de la ecología urbana, se alimentan de sus obras y viven en los intersticios de la ciudad, física y económicamente hablando. (Lomnitz,
ResponderEliminarDe acuerdo al estudio que estoy realizando, en los años setenta en América Latina inicia el proceso de modernización fruto de las reformas agrarias en 1959 como pilar de una estrategia de desarrollo industrial de manera que equilibraría la distribución de los ingresos, “elevando los niveles de consumo de las masas campesinas, dinamizando el mercado interno y aportando vías de integración a los sectores más excluidos del tejido social a través de su conversión en propietarios agrícolas, aspecto este especialmente relevante en aquellos países con elevados porcentajes de población indígena y campesina económicamente marginal” (Bretón, 2006: 60). En el Ecuador, en estos años se producen importantes cambios económicos, políticos y sociales debido al auge petrolero, sin embargo, no se produjo una difusión del progreso sobre las capas pobres. “El intento inicial de construir un modelo de gestión estatal a partir de la manipulación de las rentas diferenciales provocadas por las divisas externas, se limitó a una modernización de las capas burguesas y de ciertos grupos de ingresos medios, consiguiendo muy pocas transformaciones sobre los sectores marginados, o sencillamente postergados” (Bocco, 1987:200). Con ello se intensifica el crecimiento urbano lo cual genera que en nuestra sociedad, la población rural y las familias se vayan desplazando hacia pueblos, y hacia territorios urbano periféricos de las ciudades más importantes en búsqueda de mejores condiciones socio – económicas.
La marginalización en nuestra sociedad se percibe de diversas formas, no obstante el trabajar, comer y tomar un descanso en medio de cartón, botellas, envases plásticos, latas, alambres, papeles, desechos orgánicos; perros, ratas, moscos, etc., pone en riesgo la vida de seres humanos, que se expresan en el sistema capitalista como la familia tradicional y esta cumple un carácter de funcionalidad por la transmisión de herencias en el mantenimiento del orden social, como sostiene Bourdieu, en la reproducción no sólo biológica, sino social, es decir en la reproducción de la estructura del espacio y de las relaciones sociales. Evidentemente, como uno de los objetivos de la familia es mantenerse unida mediante la transmisión, entonces adopta estrategias de reproducción, por ejemplo la transmisión del apellido . Al contrario, en la marginalización se producen las desherencias y desde el estatus quo se considera a los márgenes como desorden social.
JORGE VILLAVICENCIO GUAMBO
ResponderEliminarNo es fácil injertarse en la ciudad, primero está la memoria del cuerpo recordando el sitio de origen, bien dice el poema “en la muerte/ más que en la vida/ el cuerpo recorre la ciudad/ buscando su olor/ sus lágrimas”. Los migrantes buscan día a día establecerse dentro de las metrópolis, buscan lograr instaurar su “nicho”, el lugar propio; pero muchas veces la ciudad se vuelve un coloso de piedra y cemento, que aplasta, que hunde su aliento en los huesos de los que llegan; insertarse dentro de ella es un proceso que requiere saber dónde ubicar la sombra del cuerpo, que espacio escoger para hacerlo propio; no es fácil asumir un territorio nuevo, primero esta abdicar el esquema cultural propio sobre un esquema cultural “urbano”. Después asumir una suerte de “travestismo” cultural por el cual aquellos que llegan deben predisponerse a metamorfosear su cuerpo, su vestimenta e incluso su voz (el indígena ha debido aprender español para poder comunicarse en la ciudad), debe implantar en su subjetividad dos formas de recorrer el mundo y a veces cuesta hacerlas caber al mismo tiempo.
Para el indígena migrante llegar a la ciudad tiene un interés sembrado en el aspecto laboral, en las oportunidades económico-sociales que pude encontrar en la misma; Herrera (2002) plantea que el indígena migrante recrea a diario la ciudad como espacio de trabajo; un elemento para conseguir, no sólo, el sustento diario sino incluso alcanzar prestigio social frente a sus pares. La ciudad no es algo desconocido o que no puede ser alcanzado, por el contrario, siempre han existido “redes” sociales que han permitido acercarse constantemente a las ciudades a los migrantes indígenas.
El barrio es la primera forma de socialización que tienen los indígenas con la ciudad. Al llegar a la ciudad el primer planteamiento que se hacen es donde resistir, cómo comenzar a caminar la ciudad, que calles tomar y sobre todo donde no ir. En este momento se categoriza el espacio social de la ciudad cuando se ve que existen barrios “para cierto tipo de gente” y donde cada barrio es funcional y se limita en función de quién lo habite (Gravano, 2005). Se puede apuntar que existe un silogismo básico dentro de la ciudad: dime dónde habitas y te diré quién eres y qué debo esperar de ti. Hablar quizás de un racismo espacial segregacionista, quizás cercano a un “apartheid”, pero con la diferencia que dentro podemos movilizarnos entre los espacios pero nunca mezclarnos entre los individuos; podemos respirar el mismo aire pero jamás usar la misma silla ni la misma cuchara.
El problema de la marginalidad una vez ligada a la pobreza, indudablemente y como se discute en Como Sobreviven los Marginados es un problema que deviene de la ‘desvinculación con el sistema de producción económica urbano-industrial’ o de aquellos que viven de economías dependientes y no de las de las economías desarrolladas. ¿Quiénes se benefician de esta disparidad? Parece que la respuesta a esta pregunta es el lema de toda la vida: la separación de clases. Lo que la marginalidad ya una vez desasociada de la pobreza constituye es un fenómeno que puede ser participe de servicios básicos para la sobrevivencia , pero que sigue siendo denominado como una fracción ‘sobrante’ de la sociedad. Adams añade que fuera de la asociación con la pobreza, la marginalidad puede también encontrarse en las metrópolis mas desarrolladas.
ResponderEliminarA pesar de una inclinación por definir al grupo que vive en marginalidad como alienado de los servicios básicos para la subsistencia, inseguridad laboral, y la inhabilidad de tomar riendas de su propio destino económico, se dice que en la particularidad de la Ciudad de México, que se puede incluso expandir a otras ciudades en América Latina, el flujo de campo a ciudad es una de las mayores problemáticas que conllevan a la marginalidad
¿Cómo supera o afronta el estado la problemática de este grupo demográfico?
Según algunas propuestas, este grupo ‘esta en espera’ de entrar al cuerpo laborar; o esta insertado por medio del servicio a la clase media o en proceso de transición…lo que es certero es que los marginados son un problema como dice Quijano: ‘de carga social y/o símbolo de atraso.’ Al estar concentrado el ‘poder’ económico, administrativo, de salud y servicios en las grandes ciudades, las áreas rurales quedan incluso por planificación excluidas de acceso. En la misma planificación- dentro de la cual – las barriadas no han sido programadas, ésta estructura como discutimos en clase anteriormente puede ser vista como una solución orgánica…
cuales son los mecanismos que permiten a millones de latinoamericanos, basicamente huerfanos de toda proteccion social, subsistir en barriadas a pesar de una notoria falta de ahorros y de aptitudes para ganarse la vida en un medio industrial?
ResponderEliminarUna pregunta interesante planteada por Larissa Lomnitz que plantea la preocupacion de la antropologia desde America Latina. Los mecanismos seran todo el sistema de redes que se mantienen, talvez traidos del campo a la ciudad, pero que evidencian la cultura de las poblaciones inmersas en la ciudad industrial.
A diferencia de Lewis, Larissa Lomnitz pondrá atención a las alianzas y estructuras económicas en la que los sujetos marginales viven. L marginalidad para Lomnitz dejara los esencialismos culturales que desarrolla Lewis, y la define como la ausencia de un rol económico articulado con el sistema de producción industrial. El concepto de marginalidad estará en contraposición con el concepto de pobreza, mismo que define la situación de escasos ingresos. Para Lewis la cultura de la pobreza estará anclada en un sistema de valores que se reproducirán al núcleo de parentesco que les imposibilita generar relaciones organizas con las instituciones del Estado. Por otro lado Lomnitz vera en los marginados una serie de relaciones en red de reciprocidad.
ResponderEliminarPor otro lado el concepto de marginalidad dará cuenta de grupos con una mayor carga en el sistema económico en tanto cuentan con una subalternidad más intensa (Lomnitz, 1975: 18), y por otro lado la pobreza será solo concomitante al hecho estructural de la marginalidad (Lomnitz, 1975: 23). En este sentido Lomnitz critica el concepto de "cultura de la pobreza" de Lewis ya que la propone entre lineas como un diseño existencial, sin observar la falta de integración al sistema de producción (Lomnitz, 1975: 24). Es decir para Lewis la pobreza se reproduce por causa de aquella cultura, y para Lomnitz la marginalidada será consecuencia por una disparidad en el sistema productivo así como en una dependencia económica.
Lomnitz dará cuenta de las redes de reciprocidad ente marginales, que dependerán se una serie compleja de igualdad de condiciones económicas, estas pueden ser parentesco, vecindad, compadrazgo, cercanía física, confianza e igualdad a de carencias (Lomnitz, 1975: 27). Para dar cuanta de esto Lomnitz propone una metodología que llama "matriz ecológica" que no es otra cosa más que analizar el sistema global de recursos y condiciones de vida de sus habitantes, es decir, condiciones sociales, demográficas y económicas que permiten una serie diferenciadas de condiciones materiales de vida. Al final Lomnitz generara una serie de propuestas para hacer frente a la marginalidad entre las viales figuran; la estabilización altiva mediante el equilibrio demográfico, dirección equilibrada del desarrollo económico, o la "artesanizacón" de la industria, lo que implicaría el incremento de mano de obra humana en pro de la disminución de mecanización, pero sobre todo la utilización de las redes de reciprocidad como redes de producción.
(Elias)
Precisamente todas las redes que representan un mayor aporte para mantener todos los sistemas familiares existentes en medio de las barriadas y los sectores marginados. El compadrazgo, el cuatismo, el sistema de ayuda mutua, configuran mecanismos efectivos, en los cuales Larissa enfoca su atención, permiten la cohesión social que involucra a las familias en determinada barriada.
ResponderEliminarEn el caso colombiano y puntualmente en la ciudad de Cali en el departamento (provincia del Valle del Cauca) existen dos sectores de la ciudad, se denominan comunas (asimila a las barriadas), en los cuales se puede evidenciar este tipo de mecanismos de supervivencia estudiados por Lomnitz en Mexico. El distrito de Aguablanca, que contiene varias comunas 14, 15 y 16. y el sector conocido como de ladera, comuna 20 y 21, en los cuales se identifica los barrios populares de Siloe, Napoles, alto napoles, los chorros. El primer espacio con una poblacion afrodescendiente en su mayoria migrante del pacifico colombiano que mantiene sus propios mecanismos. y el segundo con una marcada poblacion campesina mestiza e indigena proveniente de los departamentos (provincias) del Cauca, Nariño, Pacifico, Tolima, Huila y Putumayo.
dos espacios en los que tambien se pueden identificar mecanismos de supervivencia, en el compadrazgo, cuatismo, tambien de redes de ayuda mutua, con las caracteristicas socioculturales propias.
Todo lo que está fuera de los límites del orden y la limpieza que la sociedad moderna busca es lo marginal. Dentro de lo marginal están los pobres que no tienen poder adquisitivo y no forman parte de los circuitos económicos. Hacen trabajos puntuales que les permite sobrevivir el día, sin embargo, tienen relaciones sociales muy amplias y extensas que les permite subsistir en un sistema dominado por el capital.
ResponderEliminarLewis y Lomnitz, muestran la realidad de los pobres y marginados, realidad que puede comprenderse al formar parte de sus espacios, territorios, relaciones, fiestas, etc. Para comprender algo que no forma parte de nuestra realidad, es necesario enfrentarse a aquello que se supone desconocido pero que irónicamente forma parte de la convivencia diaria de la ciudad.
Lomnitz, muestra una realidad de los marginales que sobreviven gracias a sus relaciones familiares y de amigos, espacios de intercambios y negociaciones diarias que implica un lazo de cooperación mutua. Este tipo de relaciones, marca estrategias de ayuda e intercambio de bienes o servicios. La autora, propone que el pobre no es pobre por que quiere o porque sus redes familiares o sociales lo designan. Apunta, el hecho de que hay un problema estructural que no es resuelto, la pobreza es un resultado del sistema económico en que vivimos. Es por ello, que las estrategias manejadas por quienes están al margen son recíprocas y diarias.
El trabajo hecho por Lewis muestra una forma diferente de contar las etnografías y de acercarse a la personas, sin embargo, es importante que ese trabajo antropológico sea comprometido con la realidad estudiada, que sea devuelto a quienes proporcionaron la información y que de alguna se convierta en un documento que no solamente presente insumos metodológicos sino, que presente un compromiso con el grupo “estudiado”.