Curso: Historia y Antropología Urbana
Tema : Sociabilidad urbana. Comunidad y anonimato en la vida metropolitana
Sesión 7: precariedad espacial-precariedad social: lo marginal en ambos lados del Atlántico.
"El problema de la vivienda" fue la forma en que se nombró a finales del siglo XIX el déficit habitacional en las ciudades industriales europeas, cuya infraestructura colapsó grandemente al albergar a la población incorporada a la nueva industria. Desde entonces se tendió a llamar a una "solución espacial" como mecanismo para resolver problemas sociales complejos. Desde entonces la asociación entre las malas condiciones físicas del habitat con la inmoralidad de los residentes ha sido una constante durante el siglo XX.
Loic Wacquant mediante una técnica de observación y participación se insertó en la vida cotidiana del box del gimnasio de la calle 63 en Woodlawn. En un inicio, para conocer de cerca al ghetto norteamericano, y más adelante, luego de 'someterse al juego de la acción in situ', empleando su cuerpo como herramienta de investigación y con 2300 páginas del diario de campo que inició el primer día en el gym, fotos, vídeos, etc., escribe su obra 'entre las cuerdas: cuadernos de un aprendiz de boxeador'.
ResponderEliminarLa etnografía inicia con una descripción del contexto de vida de los jóvenes que frecuentan el gym, habitantes de un barrio con altos niveles de violencia, que encontraron en el box una esperanza que los alejó de las drogas y la cárcel; Wacquant recurre a datos duros para ubicar al lector en las condiciones marginales de vida de la población a la que estudió.
Me surgen interrogantes frente a la disposición mental de la etnógrafa/o, dicho de otro modo de cómo el investigador rompe sus propias estructuras mentales para comprender las estructuras de el 'otro'. Wacquant cita a Pierre Bourdieu cuando señala que aprendemos con el cuerpo y orden social, resaltando que en medio de ellos está el espacio de la afectividad.
Él lo vivió dentro y fuera del ring de box, mientras pulía su mirada para desentrañar los vínculos y las relaciones sociales del ghetto en el gym, rompiendo esquemas de orden social y simbólico, al ser el único negro en ese espacio marginal.
¿Cuáles consideran que son los aspectos que debe enfrentar la etnógrafa/a para insertarse en el mundo del otro y por una parte no dejarse llevar por los 'prejuicios sociológicos, y por otra no absorberse en el mundo de emociones que despierta un tema de investigación en el que se ha trabajado largo tiempo?
En mi opinión lo principal para poder ingresar a un campo de estudio etnográfico, es evitar el error que tuvo Waqcuant, es decir, la mimetizacion de las prácticas de este campo. Waqcuant se deja llevar por las emociones que el box le daba, tanto así que quiso dejar la academia para dedicarse al boxeo, claro que al final Dedee sabe que el no pertenece en su totalidad a este campo. La mimetizacion puede ser peligrosa cuando estamos tratando de realizar una etnografía, puesto que las emociones interfieren en objeto de estudio. Pienso que puede que se encuentre un punto de quiebre, en el cual, puedan converger tanto los conceptos como las emociones, pero lo importante es que se lo debe ubicar en el momento presiso. Por otro lado, pienso que los prejuicios sociológicos siempre estarán presentes, pero la tarea es el deshacerse de los mismos, puesto que si no se la realiza, puede mostrarse una visión equivoca o a su vez no se observaría todos los elementos que componen a este campo de estudio.
EliminarNo está tan relacionado con la antropología urbana, o al menos no de manera explícita pero hay una antropóloga que se plantea esta misma cuestión en relación a las relaciones sexuales que se puede llegar a tener en el trabajo de campo. Es Fran Markowitz, puedes leerla en el capítulo 3 de Antropología de la Sexualidad y diversidad cultural editado por José Antonio Nieto: “Sexualizando al antropólogo: implicaciones para la etnografía”.
EliminarConsidero que más allá de condenar los prejuicios que traemos como sujetos en el momento en que emprendemos nuestras investigaciones e igualmente las emociones que suscitan, nuestra labor como antropólogos es hacerlas conscientes y entender cómo éstas median en la configuración del conocimiento que construimos. En el caso de Wacquant, su conexión emocional con las relaciones y las personas del contexto que estudió fueron de suma importancia para que surgiera el tipo de etnografía que encontramos en “Entre las Cuerdas”. Él las hace explícitas y nos hace saber, como diría Ana Sabrina, que “el conocimiento etnográfico no deja de ser una historia más, que participa en el mundo de las narraciones sobre la vida”.
EliminarCon respecto a lo que Adriana expone como pregunta, tal vez solo puedo opinar desde la práctica de la psicoterapia Gestalt que, al hablar de emoción, refiriéndose a la dosis adecuada de esta para no perder la calidad de observador y acompañante del proceso del "otro", sin perder el vínculo que me ayuda a entender desde que "mundo" expone este otro su realidad, enfatiza la importancia de no perder de vista que emplee la técnica de exploración que emplee, no soy un profesional fuera de contexto, flotando en el ambiente y que por lo tanto, será imposible que cualquier análisis que haga no vaya siempre en mayor o menor medida, cargado de mi visión del mundo. Si no pierdo de vista eso, tal vez pueda, paradójicamente, tener en cuenta siempre en que medida mi emoción frente a la realidad abarcada en una investigación, solo aporta a la estigmatización mas que a la visibilización de dinámicas sociales.
EliminarCreo que la solución espacial al igual que otras decisiones que se toman en relación a la ciudad, se las hace a través del aparato estatal o municipal, lo que implica que la legislación será elaborada a favor de los intereses de los grupos de poder, de ahí que las condiciones físicas en las que habitan los más vulnerables, estarán encasilladas en normativas y políticas de "blanqueamiento de la ciudad", y en algún momento asociadas a la ideas de la beneficencia y caridad, manejadas por la Iglesia. Cabe mencionar que en este escenario también encontramos ciertos grupos o asociaciones políticas cuyo discurso se fundamenta en los preceptos comunistas o socialistas, que buscan en estos actores posibles seguidores de su doctrina, que plantea una mejor calidad de vida para todos (vivienda, trabajo, servicios de salud, alimentación, etc.)
ResponderEliminarDel caso expuesto por Sennett, Cabrini Green, en Chicago, destaca dos problemas esenciales. El primero, se relaciona con la dependencia de la asistencia social. El segundo, la privación del control de sus vidas. Desde ambas se configuraba a lo que el autor llama “falta de respeto”; que consiste en negar a las personas la posibilidad de ser vistas, “no se la[s] ve como un ser humano integral cuya presencia importa” (p. 15). En los contextos latinomericanos actuales, qué dinámicas configuran “faltas de respeto” como de las que habla Sennett, ¿no garantizar el derecho a la ciudad (especialmente marcado con el arribo del neoliberalismo) es una de éstas?
ResponderEliminarEn relación al tema que propone Alfredo, y desde la parte que he leído sobre la etnografía de Wacquant, que todavía no es todo, hay dos cuestiones que me parecen fundamentales que están entrelazadas según yo las veo.
ResponderEliminarEn primer lugar, veo en la obra de este autor cómo con frecuencia se recurre a toda una serie de items para establecer la marginalidad que tienen que ver casi siempre con servicios públicos y estatales (creo que tiene que ver con el estado de bienestar y el ideal de urbanidad que veíamos el otro día).
La otra idea tiene que ver con el tema de la moralidad. Es evidente eso que dice Alfredo, sobre como opera el imaginario de los barrios que no cuentan con lo que entendemos con malos habitat y toda una serie de actividades de inmoralidad. Sennet escribía en el texto que vimos el otro día como se crea un orden moral superior, que se usa como forma de impedir la construcción de un barrio de corte más humilde. Y es aquí donde operan las dos ideas juntas. Los servicios públicos tienen en ocasiones un corte moral importante, al menos en las experiencias que yo conozco. Los centros de "asistencia social" siempre se ubican en esos barrios que entendemos como marginados, en los cuales llevan, por ejemplo servicios de infancia o planificación familiar. ¿Quien hace ese trabajo en el caso de la clase media alta? ¿No están más abandonados los hijos de un matrimonio en el que ambos tienen altos cargos? ¿no hay mayor desatención o pero crianza? No lo sé obviamente, pero la capacidad económica de las personas marca de alguna manera lo que puede entenderse como una buena educación.
Y siguiendo con la idea de la moralidad también me planteo como esa moralidad se usa por parte del tándem administración - empresa cuando se quieren realizar movimientos especulativos en relación a la cuestión inmobiliaria. Aquí es fundamental la otra pata del banco: los medios de información que manejan fuertemente la opinión pública y juegan la posición de jueces morales. Es habitual frente a proyectos urbanísticos apelar a la escasa moralidad de zonas concretas y el buen hacer de la administración al limpiarla de drogas o putas... o cualquier otra cuestión pecaminosa. Hay muchos procesos de este tipo: en el cine recomiendo la película Grupo 7 (policías que limpian un barrio sevillano para la Expo del 92), documental Ciutat Morta (proceso de gentrificación de un barrio de Barcelona) y en ciencias sociales algunas obras del geógrafo urbano Iban Díaz (es con b, no es un fallo)
La prensa cumple un papel fundamental en la construcción de los imaginarios de la ciudad, de ahí que es importante un análisis de su discurso y tomar en cuenta desde donde escribe, para quien escribe y cuáles son sus intereses tanto particulares como institucionales para dibujar el rostro de la ciudad. Por otro lado, considero que en la consolidación de ciertos discursos relacionados con las formas de percibir una ciudad, a lo largo de los siglos, fueron las crónicas, diarios de viaje, revistas ilustradas e informes oficiales emitidos por extranjeros, pues todos sus autores tenían distintas perspectivas y miradas con respecto a lo que querían transmitir a través de sus escritos y representaciones visuales.
ResponderEliminarCómo se puede explicar actualmente el criterio de "inclusión" en relación al problema de la vivienda? si de por sí se genera una segregación social al momento de dar soluciones espaciales a los problemas habitacionales, sobre todo en los países latinoamericanos que estamos atravesando intensas transformaciones, en el marco de los procesos de globalización y reestructuración económica ?
ResponderEliminarA mi me llama la atención del texto de Peter Hall; y, asociado a lo que preguntaba Adriana; el cómo la descripción de un periodista (Jacob Riis), acerca de las viviendas de los barrios bajos de New York, logra despertar angustia en la sociedad (en palabras del autor), ya que describe utilizando recursos literarios que tienen la capacidad de despertar sentidos, sus propias emociones al ver cómo vive el grupo de personas al cuál él hace referencia; tanto es así que llega a decir que este grupo de gente asentada en estas condiciones de vida, son fracasados en su lucha por la existencia.
ResponderEliminarMe lleva esto a pensar en el texto de Robert Park, cuando habla de que le hobo está con toda seguridad en continuo movimiento, pero carente de destino; y, me pregunto si al estigmatizar a una persona y su ambiente, al encerrarlos en un espacio so pretexto de mejorar su calidad de vida, ¿no estamos despojando a todo un grupo humano de su destino?
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ResponderEliminarEs interesante observar que el barrio donde Loïc Waquant desarrolla su investigación -Woodlawn, Chicago- no fue siempre un barrio marginal, y que su degradación fue incentivada en gran parte por la política municipal del "Negro removal" ("limpieza de negros") impulsada por la alcaldía de Chicago en los años 50's.
ResponderEliminarWacquant observa también que parte de los sectores más conflictivos del barrio son los ubicados abajo del tren aéreo de Chicago, obra que hipotéticamente beneficiaría a todos los habitantes de la ciudad, pero no se tuvo en cuenta -o no importó- que perjudicaría a los barrios donde se tuviera que construir infraestructura de ese tipo, la cual genera espacios no habitables y escondites para la criminalidad... esto último lo podemos observar -en otra escala- también en nuestras ciudades.
En el mismo Quito las zonas bajas de todos los intercambiadores son un territorio de nadie, espacios con múltiples guaridas desde donde los potenciales criminales pueden acechar a sus presas y refugio para el consumo de psicotrópicos por parte de indigentes.
De hecho, esa fue una de las principales razones por las que los vecinos del acomodado sector de la Diego de Almagro (justo donde se ubica FLACSO) se opusieron a los planes municipales de construir un intercambiador en la mal llamada "Solución Vial Guayasamín"... la presión e influencia mediática de los vecinos hizo que el Municipio reforme el proyecto original y ya no se construirá dicho intercambiador, pero no ha sucedido lo mismo con las reformas solicitadas al proyecto por parte de los moradores del barrio Bolaños, de extracción popular y donde varias familias llevan asentadas desde generaciones. Dicho barrio se ubica en la parte alta del túnel Guayasamín y -ya sea porque sus moradores no tienen el poderío económico del de los del sector de la Diego de Almagro o por cualquier otra razón- sufrirá las consecuencias del proyecto municipal.
Saludos.
FERNANDO ESCOBAR PÁEZ
Resulta interesante observar que a pesar de que existe un visible problema de pobreza dado por un círculo vicioso entre falta de espacio adecuado para vivir y a la vez salarios insuficientes; los grandes capitalistas se interesan por la falta de producción que se da debido al abandono, apatía, enfermedad e incluso muerte de sus trabajadores debido a las condiciones de miseria en las que vivían.
ResponderEliminarTambién como las personas en situación de "necesidad crónica" que representaban el 11% en Londres (Hall, Peter, 1996, 38) se visualizan como una carga para el estado, ya que este grupo lo conforman personas que viven al día y se dedican a disfrutar de los placeres de la vida.
Situaciones parecidas se viven en Paris y Nueva York (en Berlín se comparte la vivienda entre pobres y ricos, situación que tampoco resolvió los problemas).
En Ecuador las cosas son distintas, debido a la naturaleza de la no industrialización a niveles europeos o de Estados Unidos. Más bien aquí se manifiesta una relación entre la herencia de linaje y prestigio social los que están fuertemente vinculados con la procedencia étnica.
La iglesia tiene una fuerte influencia ya que es la institución que regula varios aspectos de la vida, y en los aspectos de salvación se hablaba distinto a pobres y a ricos (Kingman, Eduardo, 2006, 154).
Dentro de este contexto mi pregunta sería: ¿cuáles son las semejanzas en los procesos de urbanismo entre las ciudades de Europa (y EEUU) con Ecuador?
¿Cómo afrontar el problema de la vivienda cuando ésta lleva implícita, en su producción, la noción de propiedad privada o territorio al que hay que protegerlo del supuesto accionar invasivo de los “otros”?
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ResponderEliminarEn cuanto a la imagen: Las soluciones espaciales se han vuelto una constante en un intento por reducir las malas condiciones físicas vinculadas siempre al plano de lo moral. Lo propio pasa en Quito: sucedió en la renovación de La Ronda, en la Avenida 24 de Mayo y al parecer se extenderá a barrios como San Marcos y San Juan. En todo caso, se ha generado la idea de que a partir del cambio en la fisonomía, en lo arquitectónico se resolverá problemas estructurales.
ResponderEliminarEn cuanto a la pregunta de Wacquant: Si bien hay prejuicios, afectos y demás emociones presentes en un ejercicio etnográfico, es necesario que exista cierta distancia entre lo que se observa y lo que se quiere presentar como resultado. De ahí en adelante considero que el trabajo de Wacquant es un ejemplo sino perfecto, bastante cercano a cómo se debería desarrollar un cuaderno de campo. Al mismo tiempo es un “esfuerzo” interesante para mezclar la teoría con la forma en la que narra cada uno de los hechos.
En su etnografía, "Entre las cuerdas", Wacquant critica la visión de la escuela de Chicago y de la sociología norteamericana en general sobre el gueto. Dice que “la sociología normal, le parecía llena de falsos conceptos” y que proyectaba sobre el gueto un cierto sentido común racial y racista, esta visión permitía omitir cómodamente la dominación blanca y la incompetencia de las autoridades en el aspecto social y urbano, centrándose más bien la atención en “la ecología de los barrios pobres y el comportamiento "antisocial" de sus habitantes” (Wacquant, 2004:17). También critica la “falsa creencia” de la sociología estadounidense, de una “relación entre división racial y marginalidad urbana” y la creencia de que el gueto es un universo "desorganizado" caracterizado por la penuria. Wacquant apunta más bien al estudio de las relaciones de poder que caracterizan al gueto como “un instrumento de explotación económica y de ostracismo social”, una suerte de “prisión etnoracial”… (Wacquant, 2004:18)
ResponderEliminar¿Me podrían explicar en base a los textos que leyeron, cuál es esta visión de la marginalidad y del gueto de la sociología estadounidense y de la Escuela de Chicago? ¿ Las críticas y el punto de vista de Loic Wacquant les parecen acertados?
No creo que vaya tanto por ahí la crítica. Wacquant, a diferencia de muchos "milenials posmodernos" sabía el contexto histórico en el que había que leer los aportes de Chicago (fines del siglo XX hasta después de la primera guerra mundial). La gran crítica, a mi entender, va por el lado del tema comunicacional que para los de Chicago es un fenómeno funcional y unidireccional y, por otro lado, a nivel metodológico como una crítica conceptual al interaacionismo simbólico.
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