martes, 27 de febrero de 2018

Tema 6. Disputas simbólicas por la ciudad
Sesión 13. Imágenes de ciudad en disputa.

El análisis cultural de las ciudades abre perpectivas de investigación sobre cómo interactúna el plano material y el plano simbólico. Los trabajos en esta línea destacan la trama de significaciones en que se construye una imagen de lo que las ciudades son y pueden ser, de su características y necesidades, de la vida urbana deseable, etc. Estas operaciones de "adjetivación" deben entenderse en relación a las lógicas contemporáneas de acumulación de capital, pero su comprensión no queda subsumida a la función "ideológica" respecto al capitalismo posfordista, la disputa cultural constituye una arena en sí misma, en su conexión con la economía y la política.

15 comentarios:

  1. Vera centra su reflexión en la relación imaginarios-ciudad/lo urbano-tecnología. Sobre el primer aspecto la autora comprende los imaginarios en un sentido amplio de constitución de la vida social:la realidad solamente existe para los humanos en tanto pasa por un proceso de significación. De ahí que ella proponga el estudio de los imaginarios como acceso privilegiado para entender lo social.
    Seguido, la autora relaciona los imaginarios con los crecientes procesos de urbanización y específicamente con el lugar de las tecnologías en la conformación de las ciudades. Ahí plantea el concepto de imaginarios urbanos (concepciones y significaciones sobre la materialidad de la ciudad, y la materialización de esas concepciones), en íntima relación con la configuración de ciertos modos de vida, específicos de cada formación urbana.
    Establecido esto, la autora plantea la relación de su interés: los imaginarios que surgen sobre la relación ciudad-tecnología. Este acceso es, para la autora, un punto privilegiado para entender los procesos modernos y contemporáneos de las ciudades.

    Es así como plantea el concepto de imaginario urbano tecnológico, los cuales clasifica en dos tipos: el mecánico, propio de las significaciones y modos de vida de lo industrial, con las máquinas como protagonistas; y lo digital, propio de las significaciones y modos de vida de lo contemporáneo, donde los dispositivos toman la centralidad (computadoras, teléfonos celulares, la web).

    Lo más interesante se encuentra en la relación que la autora sugiere entre producciones artísticas (presentificación) y estos imaginarios urbanos tecnológicos. Sobre este punto pueden surgir reflexiones muy interesantes sobre varios elementos abordados en el curso: las películas vistas, desde El hombre de la cámara hasta Berlín, sinfonía de una gran ciudad, expresan muy bien lo que la autora plantea como imaginarios urbanos tecnológicos mecánicos, en tanto nos muestran los deseos y adjetivos de la ciudad industrial, con la centralidad de máquinas en las significaciones de lo urbano y sus incidencias en los modos de vida (tiempo-espacio); otro tanto puede decirse en lo que el profesor comentaba en alguna ocasión "tomar en serio los contenidos de las películas contemporáneas de ciencia ficción", las cuales nuevamente nos ofrecen un sinnúmero de significaciones y adjetivaciones sobre el presente digital y el futuro proyectado-deseado, pero más interesante aún las contradicciones, temores y riesgos sobre la incidencia de estas tecnologías en los modos de vida ¿De qué otra manera entender películas como 'Matrix', si no es como una enorme condensación de estos imaginarios urbanos tecnológicos digitales?
    En este sentido me parece que lo propuesto por la Vera recoge muchas discusiones, y más interesante sitúa las producciones artísticas en un marco de análisis muy interesante. En esto no puede evitar recordar la frase de Francois Laso en su exposición: la fotografía entendida como expresión-materialización de una mirada. Ese planteamientos puede extenderse y complejizarse con Vera: las formas artísticas son expresiones-materializacións de miradas, de experiencias sensoriales, las cuales nos dicen mucho sobre los imaginarios urbanos tecnológicos que circulan en un momento dado, específicamente en clave de emociones, temores, deseos, y sin duda de experiencias políticas y económicas. En pocas palabras, las producciones artísticas (sensoriales de la música, cine, lo visual) nos dicen mucho sobre la relación imaginarios-modos de vida que Vera plantea muy bien.

    Cerrando la reflexión ¿Qué nos dice el cine actual sobre estos imaginarios urbanos tecnológicos? ¿Qué conflictos plantea, qué adjetivaciones presenta?

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  2. Las imágenes históricas y actuales acerca de algo en particular pueden mostrarnos una historia a través del cambio pero también el punto de vista de quien nos lo muestra interfiere en nuestras percepciones y al final repercutir de forma positiva o negativa en temas económicos, políticos y sociales de un momento. Escobar Alexandra.

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  3. Dentro de esta problemática de espacios en disputa, resulta sumamente interesante el artículo "Imágenes villeras: fotografías y asentamientos populares en Buenos Aires" de Pablo Vitale. El texto hace un recorrido en pos de demostrar cómo un mismo espacio en conflicto (en este caso las villas) es reformulado desde muchos ángulos a través de la mediación de la imagen fotográfica y de su literaturización. El autor alerta sobre la falsa objetividad de dicha manifestación visual y cómo en estas producciones confluye un entramado de intereses ideológicos, políticos, económicos, prefiguraciones culturales -estigmatizantes en su mayoría- que finalmente construyen un discurso, edifican un imaginario colectivo respecto a otros grupos sociales y sus prácticas en ciertos emplazamientos. Aquí desempeña un papel determinante los medios masivos de divulgación, donde completan su ciclo muchas de estas fotografías.
    El recorrido, desde la proliferación de las villas en la Argentina de los años 30 hasta fechas recientes, evidencia las fluctuaciones de representación que ha padecido este entorno y sus moradores. Fluctuaciones que van desde una mirada higienista, que exigía hacer una limpieza de las malezas sociales de estos espacios y que se erigió como un asunto caro a la política estatal; pasando por la política editorial del magazín "Noticia" que, en una especie de giro, pretendía ofrecer otra óptica sobre el villero, lo villero, la villa. Desde esta perspectiva de "Noticias", el villero se transfigura en “sujeto de cambio” en vínculo con las políticas peronistas de reivindicación social. De acá el autor transita por la experiencia de la dictadura en los 70’, donde una vez más es política de Estado desmembrar estos espacios de convivencia en función de un plan urbanístico y social macro para luego terminar el texto en los 2000, como un periodo en el que nuevamente hay un incremento de estas villas comunales y donde se ha generado, desde adentro, otras maneras de apropiarse de la imagen en defensa de una autorrepresentación reivindicativa.
    A manera de conclusión, Vitale apunta que estos ejercicios fotográficos tienden en su mayoría a la superficialidad, a la tergiversación de realidades, a la interpretación conmiserativa, que lejos de resolver muchas de las problemáticas que acontecen, refuerzan los estigmas de violencia, desempleo, precariedad que se suelen atribuir a estos barrios. Pensando este último aspecto, me cuestiono si, ciertamente, la construcción fotográfica desde la ejecutoria y la concepción de los propios miembros de las villas (pensemos en los talleres fotográficos que cita el autor) resultaría un contradiscurso libre de pecado o si desde esta otra arista también podrían surgir narrativas, imaginarios que refuercen otros estigmas o que en última instancia alimenten la autoestigmatización.

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  4. Acerca del análisis cultural entre lo material y lo simbólico, Vera centra su investigación en los aspectos simbólicos que conforman la conexión existente entre la ciudad, la tecnología y la sociedad. Para ello retoma el imaginario urbano moderno, el cual se compone de dichos aspectos tecnológicos y de comunicación masivos que surgen posterior a la revolución industrial, de esta manera el universo simbólico es la construcción de fenómenos sociales (Geertz, Luckmann, Castoriadis) y se relaciona al mundo como la construcción de un sistema de significaciones imaginarias que definen lo real, es decir cómo los hombres construyen, dan sentido y existencia a las cosas. Los imaginarios urbanos consolidan entonces sentidos en cuanto a maneras de vivir y lo que debería ser, entonces los imaginarios tecnológicos refieren a los deseos en cuanto a artefactos tecnológicos, acerca de los imaginarios urbanos tecnológicos muestran una forma de vida que se proyecta a futuro y se materializa en lo urbano a partir del proceso de encarnadura, en el que surge un proceso de tecnificar la ciudad, pues para formar parte de ella hay que estar conectado, es entonces la ciudad en donde se incorporan nuevas tecnologías que forman parte de dinámicas transnacionales. En este sentido pareciera que los imaginarios tecnológicos se encuentran en esa imagen futurista retratada en la literatura y el cine, de manera que con el paso de los años nos acercamos a algunas de esas características que se han vuelto reales, ejemplo de ello podría ser la conexión a través de internet que hace unos años se esperaba en un futuro. ¿Cuáles son los actuales imaginarios tecnológicos? ¿Qué significaciones se encuentran detrás de estos?

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  6. Resalto algo del argumento de Vitale: las fotografías, como representación hegemónica, siempre tienden a la búsqueda de efectos políticos. En el caso de las villas miseria, así como también en otros asentamientos informales de nuestras ciudades, estos efectos han sido claros: se ha legitimado su total erradicación. Vitale afirma, al final de su texto, que son muchos los desafíos pendientes para la producción de fotografías desde los propios pobladores de estos lugares. Es así que me queda la duda acerca del tipo de fotografías que se producen a partir de estas instancias para la disputa cultural en la ciudad. ¿Cómo identificar que los elementos de dichas fotografías verdaderamente denuncian lo existente y apuestan por su superación, y no es una simple banalización de los acontecimientos de la vida social? ¿Qué tipo de propuesta contra hegemónica se halla en su esencia?

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  7. Vera plantea los campos de las condiciones materiales de lo simbólico y de las condiciones simbólicas de las materializaciones como campos que se retroalimentan transformándose y redefiniendose. Estos campos también constituyen territorios de disputa más allá de lo ideológico, son campos que construyen y configuran subjetividades, pasan del mundo de las representaciones a la subjetivación donde se vinculan con la sensorialidad y la afectividad de lo íntimo individual o grupal volviéndose finalmente encarnación corporea de los imaginarios urbanos. Estos nuevos imaginarios urbanos mediados por la tecnología reconfiguran las formas de nombrar y adjetivar las ciudades. Postula que tanto la tecnología como las ciudades modernas son producciones materiales y simbólicas. Este nuevo imaginario tecnológico urbano ha desplazado al espacio público como escenario del ejercicio de la ciudadanía, la plaza cívica ya no es el punto de encuentro para la socialización e integración, ahora estos procesos se viven en el uso individual e íntimo de los dispositivos tecnológicos móviles de comunicación, es decir se configuran nuevas formas de habitar los espacios urbanos que no necesariamente son espacios físicos, sino cada vez más entornos virtuales en red. ¿Cómo las políticas públicas de ciudad insertan el imaginario tecnológico en su planificación? ¿Hasta dónde estas políticas contemplan estrategias para que las nuevas tecnologías no se consoliden como nuevos territorios de segregación y estigmatización?

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  8. Es interesante como los imaginarios sociales, en este caso estigmas, entendido como un reconocimiento discriminatorio y marginal, se construyen y van reforzando discursos que marcan la forma en la que concebimos determinados espacios o fenómenos sociales. Ya sea desde una mirada benevolente o más despectiva, se crea un imaginario homogéneo de la otredad, en este caso de los barrios marginales y de quien los habita. Este imaginario homogenizante, sobre ciertos espacios, no permite que quienes los habitan logren integrarse a los distintos ámbitos de la vida urbana y por ende esta condición se continúa reproduciendo.
    Además es importante resaltar el papel que cumplen los medios de comunicación al presentar solo ciertas problemáticas de estos barrios y continuar alimentando esta idea dominante, bloqueando así el cumplimiento de sus necesidades y aspiraciones por la discriminación. De igual manera aportando a la construcción de una opinión pública y políticas públicas influenciadas desde una mirada estigmatizada.
    La propuesta planteada por Pablo Vitale en la introducción de su texto, nos invita a pensar en la fuerza que tienen las imágenes y como mediante otro manejo de éstas, se podría mostrar otra cara de aquellos espacios; más diversa y ajustada a la realidad, lo que permitiría tener otra mirada. Esto justamente se acopla al trabajo de turismo barrial que se ha implementado en el barrio La Libertad y La Cantera, los cuales justamente sufren de miradas discriminatorias.

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  9. Me llamó la atención el siguiente argumento de Teresa Pires: jóvenes hombres que, a partir del grafiti, el skate y el parkour, se alejan de los lenguajes políticos y las formas de manifestación establecidas convencionalmente de disputa del espacio público. A través de estas prácticas ocurre, a mi juicio, algo mucho más potente: la producción de signos y acontecimientos artísticos y culturales que subvierten las formas de invisibilidad que tienen los jóvenes, muchos de ellos asentados en la periferia. A juicio de la autora, dichas prácticas constituyen procesos de democratización del espacio público tanto en el plano simbólico como en el material. Por esta misma vía me cuestiono sobre la necesidad de ampliar el escenario democrático del espacio público a otros sujetos: y es que la disputa cultural también ocurre por parte de mujeres, infantes, personas de la tercera edad, animales, etc., que en cuyo accionar pretenden democratizar su participación y significación en los vastos escenarios de la ciudad. La investigación antropológica y la lucha política simbólica de lo urbano deben abarcar todos estos actores.

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  10. Partiendo de que la tecnologización y la urbanización son procesos complejos que no deben sistematizarse de manera aislada sino más bien como fenómenos acoplados de manera estructural en la sociedad. Desde esta idea pues y considerando los datos históricos y empíricos de que estos procesos se han acelerado a partir de la mitad del siglo XX y que desde entonces no han cesado, por el contrario, se observa una clara tendencia de la agudización de dichos fenómenos.
    Dicho esto, me parece potente la propuesta de Paula Vera en torno a la categoría de imaginarios urbanos tecnológicos, mas aun considerando como piedra angular de ésta al constructivo radical como base epistemológica. Desde esta teorización el plano simbólico adquiere relevancia en un análisis de las ciudades contemporáneas y su ensamble con los artefactos y las tecnologías.
    Desmontar el magma de significaciones imaginarios sociales (tecnológicas-urbanas-digitales) implica una serie de recursos que permitan dilucidar estas categorías. En definitiva se trata de complejizar el analizar y considerar dimensiones corporales, sensoriales, racionales, discursivas como objetos e imágenes en esta tarea.
    Al dotar de agencia a los artefactos tecnológicos y cómo estos se tornan accesible para las subjetividades, la autora considera a la “encarnadura” como proceso para plasmar cómo se construye la red o el rizoma heterogéneo de construcción socio-técnica. Aunque de igual manera se podría complejizar esta idea con los otros procesos de presentificación y subjetivación, y no verlos de manera reducida.
    Por último en cuanto a la digitalización de los imaginarios urbanos tecnológicos (en donde es interesante la dicotomía mecánico/digital que realiza la autora y la tecnologización hacia dentro CIUDAD -> HOGAR-> SUJETO/A que ella evidencia) me cabe preguntar ¿cómo este proceso contemporáneo digital, que prescinde de espacio de los lugares y se apoya en los espacios de los flujos puede politizarse y construir tejido social urbano? Se me viene a la cabeza la “Primavera Árabe” donde el rol del internet y las redes sociales jugó un rol determinante en la articulación de un movimiento social que apuntaba a destituir las dictaduras y proponer gobiernos y modo de vida en función de una democracia.

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  11. En el análisis de Vera, trata de comprender la relación entre las cuestiones simbólicas y el gigantesco avance que ha experimentado la ciencia, tecnología e innovación, puesto que tienen una incidencia importante en los modos y las formas, así como en el desarrollo económico, social y cultural de las urbes a nivel mundial, estos efectos en muchos ámbitos han sido positivos y han generado beneficios importantes para mejorar la calidad de vida de las personas que habitan en las áreas urbanas pero al mismo tiempo han generado inconvenientes en la forma tradicional de planificar las ciudades, lo que ha conducido a cambiar las formas de planificación de los espacios urbanos.

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  12. Las disputas de sentido sobre la ciudad plantean el reconocimiento u ocultamiento de actores sociales y proyectos urbanos. Es a partir de este fenómeno que es posible conocer las significaciones que se construyen en torno a un espacio, lo que nos permitiría distinguir una ciudad percibida de una construida. Como dice Eduardo Silva, la ciudad es al mismo tiempo, imagen de un mundo, espacio de lenguaje y también el mundo de una imagen que siempre está en proceso de construcción colectiva. Desde este sentido lo simbólico y lo físico se constituyen y recrean. El territorio de una ciudad tiene múltiples interpretaciones, es por ello que el ejercicio fotográfico corre el riesgo de ofrecer una superficialidad representativa, reforzando el estigma y ampliando las fronteras de la marginalidad.

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  13. El trabajo de Pablo Vitale, Imágenes villeras: fotografía y asentamientos populares en Buenos Aires en ´´Ciudades en construcción permanente´´ es una construcción a partir de imágenes sobre el problema social en una de las villas de la ciudad de Buenos Aires, el autor nos invita a reflexionar sobre el ejercicio de la fotografía y la mirada, que se construye en este ejercicio sobre algunos lugares estigmatizados de la ciudad, el plano simbólico entra en juego con estas fotografías que acercan al lector hacia una mirada diferente del barrio marginal ,es importante conocer este espacio, conocer a los actores sociales, entender su dinámica como barrio, más allá del discurso de la violencia es necesario acercarse a otras realidades que están olvidadas y que los medios lo usan como un espacio para fomentar el miedo y rechazo hacia estos lugares, ya que los reportajes solo muestran los problemas de las zonas marginales.
    Es interesante como el autor utiliza diferentes técnicas fotográficas, pasando del blanco al negro y luego al uso del color, para fomentar el análisis y la reflexión sobre la realidad de una de las villas en Buenos Aires. Es decir que la fotografía permite crear una reflexión sobre los espacios y los sujetos, desde un lugar diferente a lo que hace la palabra, le da un rostro a las personas, permite que cada sujeto pueda ser presentado desde su lugar , sin esconder su nombre ni su realidad.

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  14. En tema de “representación” de las ciudades y en particular de sus áreas conflictuales, los barrios marginales, como por ejemplo las Villas Bonaerenses que propone el recorrido de Vitale, siempre ha sido un tema de interés y disputa. Aquí el tema de medios de comunicación, imagen y auto-definición, están en el centro triangular del problema. Como podemos leer según la propuesta de Vitale de cinco conjuntos de imágenes en épocas históricas y a partir de posiciones y miradas diferentes, la ciudad y su percepción cambia a partir de Quien mira y desde donde. Desde la mirada higienista de las primeras publicaciones de etnografía policial, pasando per la revista “Noticias” que habla sobre las villas asentándose sobre un trabajo incorporado con sus pobladores, que pero siempre se encuentra a vivir la influencia y el filtro de la doble fuerza de poder Estado-Medios de comunicación. En este sentido, las nuevas tecnologías han contribuido a la difusión y la formación de percepciones simbólicas de la ciudad y de sus pobladores, inflando visiones calificadoras -o descalificadoras- de un área mas bien que otra, a partir del escenario económico y político en que esta misma se encuentra, estas representaciones pasan por los filtros mediáticos institucionalizados, sin embargo, empiezan a surgir nuevas manera de comunicación desde las redes sociales que pero siempre permean desde de la percepción de quien habla, de que y desde donde. La imagen, entendida como fotografía, documental, noticias, revistas, etc., tiene el poder de generar percepciones, sobretodo extrapolando un hecho, un espacio, de su contexto. En este sentido la argumentación de Vitale “La estigmatización, en algunos casos, es una forma de conciencia practica desviada que no puede resolver bien el hecho de reconocer que esa anormalidad aparece y nace dentro de esa sociedad, es su producto y parte de ella, a la vez que quiere negarle su participación en el modelo cultural; por eso termina en diferentes formas de marginalización” (Vitale 2015, 426), puede ser comparada a la acción de la representación, cuando esta no toma en cuenta el contexto y el desarrollo histórico de esta misma imagen. El ejemplo que me surgió es el mapa turístico que se ha dibujado, del centro Histórico de Quito, por el evento Hábitat III, donde se han delineado fronteras simbólicas e imaginarias de los barrios; existió en este entonces (y sigue existiendo) un movimiento de protesta por parte de los pobladores de las áreas que no aparecieron en el mapa, por la ruta turística dibujada, siendo consideradas poco “convenientes”; además han sido trazados los barrios y sus fronteras simbólicas de manera no pertinente a la que es la percepción de los que los habitan. La imagen que, a partir de un evento que fomentaba la inclusión, se difundió, hablaba de exclusión, estigmatizando estos sectores, en cuanto “marginales” y no “aptos” al mapa-turístico. Estas percepciones simbólicas se quedan, a lo largo del tiempo, generando imaginarios a partir de lo que las instituciones y los medios quieren que se perciba.
    El papel de los entografos, de los comunicadores, de los diseñadores, aunque siempre es ambigua la posición en cuanto a la influencia de la mirada propia, es fundamental en esta tensión sobre la representación y la auto-definición, en cuanto mediadores y distribuidores de ideologías sobre estos espacios. Dejare por aquí un articulo, que habla de Villa31 en Buenos Aires, donde la percepción de la villa ha llegado por instituciones, pero pasando a través del filtro de sus pobladores.

    https://nextcity.org/features/view/embracing-the-paradox-of-planning-for-informality

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  15. Los imaginarios urbanos de Vera no pueden dejar de resonarme con otros trabajos abordados en las clases anteriores, especialmente con esta idea de la comunidad, la ciudad dentro de la ciudad y el gueto. Añadir el componente tecnológico a la ecuación nos plantea también la posibilidad de otro territorio, el digital. "Se habla, de hecho, de un nuevo “espacio-tiempo” de los lujos caracterizado con estas
    significaciones. Estas ideas se nutren de otra signiicación que se vincula con la movilidad, la circulación
    y la interacción y es la premisa de estar conectados" (Pag. 10) La digitalidad como un territorio no plantea una dimensión externa sino una área más de la vida metropolitana, pero esta vez definida por referencilidades virtuales, que tienen también la noción de territorio. En el territorio virtual puede cancelarse las formas de organziación materiales para generar una nueva materialidad, donde el individuo no está en la periferia, no está excluido, sino que juega un papel diferente on interacciones diferentes. No estoy de cauerdo en cuanto a plantear la tecnología digital bajo esta impresión de "una nueva meca" porque en realidad el aparecimiento de la digitalidad trajo consigo nuevos conceptos como "brecha digital", la es traduce una serie de maniefestaciones donde las mismas exclusiones que se viven en la metropoli se viven también en el territorio digital.

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